Lugar: Senegal
Palabra de Dios: 1 Tesalonicenses 5:15 11
Cuando Katy no encontró su billetera, rápidamente señaló al muchacho que la había saludado antes. Pero, se dio cuenta de que había hecho una acusación falsa. ¿Cómo podría él haber tomado su billetera? ¿Qué pruebas tenía ella de eso?
Justo en ese momento, oyó una voz.
-Katy, ¿qué estás haciendo aquí?
Katy se dio vuelta y miró. Era un hombre que había conocido hacía un par de semanas.
-¿Conociste a mi hermano? -dijo el hombre, señalando al muchacho que Katy acababa de acusar de robar su billetera.
El muchacho no dijo nada de lo que había pasado. En lugar de ello, él y su hermano se ofrecieron para ayudar a Katy a desandar sus pasos.
-Tres pares de ojos ven más que uno -dijeron.
Así que, los tres caminaron de regreso por donde ella había venido, buscando en el suelo la billetera perdida.
Cerca de una hora después, habían llegado hasta el cajero automático del que ella había sacado dinero más temprano. Cuando el guardia de seguridad la vio, le dijo:
-Estaba esperando que volviera. Encontré su billetera en el piso. Pero, los dos hermanos no habían terminado todavía. Sabiendo que Katy estaba cansada, insistieron en ayudarla a terminar sus compras. Katy estaba muy agradecida por su ayuda, y un poco avergonzada de haber juzgado tan rápidamente. El muchacho había devuelto las falsas acusaciones con bondad. Él se había esforzado por ayudarla.
¡Qué buen ejemplo para que nosotros sigamos! 1 Tesalonicenses 5:15 dice: “Asegúrense de que nadie pague mal por mal; más bien, esfuércense siempre por hacer el bien, no sólo entre ustedes sino a todos”.
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson