Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza (Salmo 100: 4).
Abuelita, le quiero dar gracias a Jesús por todos los regalitos que me dio». Esta expresión ha sido una de las más hermosas que le he escuchado a mi nieta de tres años de edad. Ahí donde estábamos, en el auto, le dije: «Bueno, vamos a orar». Y con sus palabritas inocentes y llenas de agradecimiento y felicidad le oró a Dios. Esta iniciativa le nació por el ejemplo que le dimos. En una ocasión terminamos de entregarnos los regalos navideños entre la familia y mi padre dijo: «Bueno, vamos a darle gracias a Dios por sus bondades, demos gracias por la convivencia que pudimos tener como familia». Entonces todos formamos un círculo, nos abrazamos y oramos.
Este tipo de ejemplos son los que debemos dar a nuestros hijos. Ellos son por naturaleza imitadores de lo que ven. Entonces permitamos que vean en nosotras un ejemplo digno de seguir. Una actitud que observo en jóvenes y niños es que no tienen dentro de sus hábitos pronunciar la palabra «gracias». Les cuesta trabajo pronunciarla posiblemente porque no la escuchan en casa o son muy orgullosos.
Cuando obsequiamos algo y no nos agradecen nos sentimos mal. La gratitud es un principio bíblico muy importante. Por ejemplo, 1 Timoteo 2: 1 nos anima a ser agradecidas: «Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos». ¿Cómo se sentirá nuestro Padre celestial ante nuestra constante ingratitud? A veces actuamos como que si fuera su obligación proveernos de todo. Eso sí, ante la mejor incomodidad estamos listas para elevar una voz de protesta.
La gratitud a Dios es un tipo de sacrificio que hoy podemos ofrecer al Señor. Alábalo en las buenas y en las malas, por medio del canto, de la oración, de las ofrendas, del diezmo. La adoración y la gratitud van de la mano y reconfortan la vida de todos los creyentes. Vayamos a nuestros templos con actitud de agradecimiento, eso permitirá que gocemos más nuestra relación con Dios. El Señor nos ayude a ser más agradecidas.
Abuelita, le quiero dar gracias a Jesús por todos los regalitos que me dio». Esta expresión ha sido una de las más hermosas que le he escuchado a mi nieta de tres años de edad. Ahí donde estábamos, en el auto, le dije: «Bueno, vamos a orar». Y con sus palabritas inocentes y llenas de agradecimiento y felicidad le oró a Dios. Esta iniciativa le nació por el ejemplo que le dimos. En una ocasión terminamos de entregarnos los regalos navideños entre la familia y mi padre dijo: «Bueno, vamos a darle gracias a Dios por sus bondades, demos gracias por la convivencia que pudimos tener como familia». Entonces todos formamos un círculo, nos abrazamos y oramos.
Este tipo de ejemplos son los que debemos dar a nuestros hijos. Ellos son por naturaleza imitadores de lo que ven. Entonces permitamos que vean en nosotras un ejemplo digno de seguir. Una actitud que observo en jóvenes y niños es que no tienen dentro de sus hábitos pronunciar la palabra «gracias». Les cuesta trabajo pronunciarla posiblemente porque no la escuchan en casa o son muy orgullosos.
Cuando obsequiamos algo y no nos agradecen nos sentimos mal. La gratitud es un principio bíblico muy importante. Por ejemplo, 1 Timoteo 2: 1 nos anima a ser agradecidas: «Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos». ¿Cómo se sentirá nuestro Padre celestial ante nuestra constante ingratitud? A veces actuamos como que si fuera su obligación proveernos de todo. Eso sí, ante la mejor incomodidad estamos listas para elevar una voz de protesta.
La gratitud a Dios es un tipo de sacrificio que hoy podemos ofrecer al Señor. Alábalo en las buenas y en las malas, por medio del canto, de la oración, de las ofrendas, del diezmo. La adoración y la gratitud van de la mano y reconfortan la vida de todos los creyentes. Vayamos a nuestros templos con actitud de agradecimiento, eso permitirá que gocemos más nuestra relación con Dios. El Señor nos ayude a ser más agradecidas.
Elizabeth Suárez de Aragón
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su Amor.
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su Amor.