martes, 9 de abril de 2013

ESTRESADA

Lugar: Tennessee, EE.UU. 
Palabra de Dios: Filipenses 4:6,7

Recuerdo un día de escuela, en el que me sentí especialmente estresada. 
-Hey, ¿cómo estás? -me preguntó mi amigo Natán, mientras se sentaba a mi lado.
Mirándolo, le sonreí a medias.
-Estoy bien, solo cansada. Tengo tanto que hacer... Tengo que leer veinte páginas para la clase de Historia, treinta y tantas para la clase de Lengua; y, además, se supone que tengo que elegir un tema para hacer una investigación. No tengo idea de sobre qué puedo escribir. ¿Alguna sugerencia?
-Sí: ¿por qué no oras acerca de todo esto? Puedes pedirle a Dios que te ayude.
-Ya lo hice -murmuré.
-Pero ¿pediste a Dios que te ayude a elegir un terna para tu investigación?
Un poco sorprendida, sacudí la cabeza. Yo oraba todas las mañanas pidiendo a Dios que esté conmigo. Y oraba antes de todas las pruebas, pidiéndole ayuda para recordar las cosas que había estudiado. Pero, elegir un tema de investigación me parecía tan insignificante que no había pensado en orar por ello.
La sencilla pregunta de Natán me hizo detenerme y darme cuenta de que a Dios le interesaban los pequeños detalles de mi vida. Después de nuestra conversación, todavía tenía que elegir un tema de investigación y todavía tenía que leer un montón de páginas; y tenía toneladas de tareas para hacer. Pero, no me sentía cansada y estresada.
¿Por qué? Porque, como Natán me lo había recordado, sabía que Dios me ayudaría. Nada es demasiado pequeño o insignificante como para no llevarlo a Dios en oración. La Biblia dice: "No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús". ¿No es maravilloso? Así que, habla con Dios, y quédate tranquilo.

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

DE VUELTA EN LA CASA DEL TÍO «CHUECO

Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre. Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias; él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión; él colma de bienes tu vida y te rejuvenece como a las águilas. Salmo 103:1-5.

¿Recuerdas que en la meditación del 2 de febrero te platiqué sobre la «casa del tío chueco»? Era uno de los tantos lugares de entretenimiento de un parque de atracciones que visité en una ocasión. La singularidad de aquella casa consistía en que, debido a una ilusión óptica, todos los que entrábamos en ella veíamos los objetos del interior como si estuvieran inclinados. Eso nos hacía caminar con inseguridad, pues nuestro sentido del equilibrio resultaba afectado. Posiblemente lo que veíamos tenía como explicación alguna ley de la física que desconocíamos por completo.
En la vida cristiana, a veces sucede algo parecido. Debido a un mal enfoque del evangelio de Cristo, tenemos una visión distorsionada de la relación que deberíamos tener con Dios. Por causa de tal enfoque incorrecto corremos el peligro de alejarnos de Dios y perder de vista cuál es su voluntad para nosotras. La percepción juega un papel fundamental en nuestra vida religiosa.
A veces tenemos la peligrosa impresión de que somos mejores que los demás y pensamos cosas como: «Soy rico; me he enriquecido y no me hace falta nada» (Apoc. 3:17). Esto nos lleva a creer que por nuestros propios méritos podemos tener acceso a la salvación, y nos llenamos de soberbia y orgullo, construyendo un evangelio a nuestra medida. Esta es una percepción equivocada, que nos hará mirar de forma desequilibrada muchas otras cosas también.
Si tuviéramos un poco de humildad podríamos escuchar la voz de Dios que nos dice: «Pero no te das cuenta de que el infeliz y miserable, el pobre, ciego y desnudo eres tú» (Apoc. 3:17).
Amiga, no olvidemos de dónde nos ha tomado Dios, y si hay algo de lo cual podamos sentirnos orgullosas, que sea siempre para la gloria de Dios. Fueron el gran amor de Dios y su gracia infinita los que nos pusieron a salvo de la destrucción eterna. Es por su misericordia que tenemos vida y es por su sacrificio de amor en la cruz que somos candidatas a heredar el reino de los cielos y la vida eterna.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

EL SECRETO DE EMILIO

Escuche esto el sabio, y aumente su saber; reciba dirección el entendido, para discernir el proverbio y la parábola, los dichos de los sabios y sus enigmas (Proverbios 1:5,6).

Los que han alcanzado el éxito y el reconocimiento de una vida honorable enseñan grandes lecciones para todos, especialmente para los jóvenes. Emilio Estefan le contó su secreto a la periodista Ana Cristina Reymundo.
Este hombre ha logrado un grado de éxito en la vida que parece inconcebible. Ha logrado influir de modo contundente en un sector tan diverso y competitivo como la música. Es fundador de la compañía Estefan Enterprises, que tiene cuatro mil empleados. Es un imperio para la producción de música, programas de televisión, películas; tiene también cuatro lujosos restaurantes y dos hoteles, el Costa D'Este, en Vero Beach, y el Hotel Cardozo, en Miami Beach.
Emilio tiene amigos por todos lados: vecinos, empleados, niños, ancianos, vagabundos, pájaros a quienes da de comer cada mañana y varios gatos callejeros a quienes alimenta, para que estos a su vez no se coman a los pajaritos a quienes ama tanto. Le pregunta la periodista: «¿De dónde brota esta fuente inagotable de alegría, de amor y compasión?» Emilio dice que viene de la pobreza y dificultades de su niñez. Emilio Estefan nació en Cuba y es hijo de Carmen Gómez y Emilio Estefan. Cuenta que su padre es un hombre admirable a quien ama y respeta muchísimo. Cuando salieron de Cuba llegaron a Madrid de madrugada. El aeropuerto estaba vacío y teniendo solo once años, se llenó de tristeza abrumadora.
En sus propias palabras: «Mi padre me abrazaba y me decía: "Siempre piensa que la vida va a salir bien". Me enseñó a ser agradecido, a no sentir envidia y a no hablar mal de nadie».
Por un lado, su historia no es diferente de la de miles de inmigrantes, pero la periodista dice: «Quizá su éxito le deba algo a la Providencia. Pero es seguro que tiene mucho que ver con los principios sobre los cuales está fundamentada su vida: la unión familiar y el servicio a la comunidad».
Emilio siempre ha actuado siguiendo esos principios. La bondad, la generosidad, el amor por los demás, da grandes resultados. Oír el consejo de los sabios, como dice nuestro texto, es secreto de salud y bienestar. Tanto más cuando se debe a la obra específica del Espíritu Santo en el corazón. Procura dirigir tu vida de acuerdo con los principios del amor a Dios y a los demás. Si lo haces, tendrás éxito.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

LA OPOSICIÓN PUEDE BENEFICIARNOS

Más la que cayó en buena tierra, estos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia. Lucas 8:15.

Pero si el amor al mundo, si la estima propia o cualquier pensamiento o acción contaminante, obtiene la victoria sobre nosotros, ¿perderemos la confianza en Jesús o en nosotros mismos? ¿Será que Jesús nos falló y no nos suplió su gracia? No; se debe a que no hicimos lo que el Señor nos dijo que hiciéramos: "Velad en oración"; "orad sin cesar" (1 Ped. 4:7; 1 Tes. 5:17).
¿Cómo puede su alma estar saludable si usted se aparta de la oración y no tiene una conexión con Cristo, la fuente de toda luz espiritual, vida y poder? Debernos tener una conexión constante con Cristo, porque él es nuestro sustento. Él es el pan que descendió del cielo. Entonces seamos hacedores de su palabra, y tendremos vida y poder espirituales. Debemos ponernos ante Dios como suplicantes, porque la oración trae el alma a un contacto inmediato con Dios por medio de Jesucristo. Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Si los cristianos fracasan, es porque no obedecen las órdenes de su Capitán. Bajaron la guardia; no son semejantes a Cristo. Descuidar la oración es desastroso para el alma, porque usted será llevado a ceder descuidadamente a la tentación. Pero si usted cede, no por esto descarte su confianza en Dios; pierda confianza en sí mismo, y manténgase firmemente del lado de Cristo.
Cristo no ha de ser culpado por los resultados de la negligencia y la indecisión. El que dio su vida para salvar a los hombres y mujeres caídos aprecia el valor del alma. Él nunca dejará al errante, al tentado y probado en el conflicto. "Bástate mi gracia" (2 Cor. 12:9). "Fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir". Él pesa y mide cada prueba antes de permitir que nos llegue...
La oposición que encontramos puede resultarnos beneficiosa en muchas maneras. Si se la soporta bien, desarrollará virtudes que nunca habrían aparecido si el cristiano no tuviese nada que soportar. Y la fe, la paciencia, la conciencia celestial, la confianza en la Providencia y la simpatía por el errante, son el resultado de pruebas bien llevadas...
Si se recibe la Palabra en corazones buenos y honestos, el alma caprichosa será sometida, y la fe, al aferrarse a las promesas y depender de Jesús, resultará triunfante.— Review and Herald, 28 de junio de 1892.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White