Lugar: Francia
Palabra de Dios: 1 Tesalonicenses 3:12.
En 1875, Magdalena de Villalore recibió la carta de amor más larga de la que haya registro. Provenía de un pintor llamado Marcel de Leclure, y decía simplemente "Je vous aime (Te amo)".
"Je vous aime. Je vous aime. Je vous aime..." Marcel repitió la frase 1.875.000 veces en la carta, 1.000 veces el año 1875.
En realidad, un escriba contratado por Marcel fue quien escribió la carta.
-Repita después de mí, y luego escriba las palabras que yo digo -le dijo al escriba.
Se sentaron frente a una mesa, y se pusieron a trabajar.
-Je vous aime -dictó Marcel.
-Je vous aime -repitió el escriba.
Y luego, con trazos cuidadosos escribió las palabras sobre el papel.
-Je vous aime -dictó Marcel nuevamente.
-Je vous aime -dijo el escriba, y escribió nuevamente las palabras.
Esto continuó por horas y horas. Marcel podría haberle dicho al escriba: "Escriba Je uous aime 1.875.000 veces". Pero, en lugar de ello, dictó toda la carta palabra por palabra. El escriba repitió fielmente la frase una y otra vez, antes de escribirla. Y, para cuando terminaron, habían pronunciado y escrito la frase "Je uous aime" 5.625.000 veces. Marcel amaba tanto a Magdalena que quería expresarle su amor una y otra vez.
Pero, el amor no es solamente para las parejas románticas. Es algo que Dios quiere que hagamos todos los días: que amemos a los demás como él nos ama. ¿Qué en cuanto a ti? ¿Cómo les haces saber a los demás que los amas? Como el apóstol Pablo escribió: "Que el Señor los haga crecer para que se amen más y más unos a otros, y a todos"
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson