Lugar: Suecia
Palabra de Dios: 1 Timoteo 2:5, 6
Si alguna vez has estado en Estocolmo, la capital de Suecia, probablemente hayas cruzado un puente o dos; quizás hasta tres o cuatro. Eso es porque la ciudad tiene un montón de puentes; tantos, en verdad, que a veces se la llama la Ciudad de los Puentes.
¿Por qué tantos puentes en una ciudad? Una vista aérea puede explicarlo. La ciudad de Estocolmo se extiende sobre más de una docena de islas, a lo largo de la costa este de Suecia. Si estuvieras en una de las islas y necesitaras ir a otra del otro lado de la ciudad, tendrías que tener alguna manera de cruzar el agua. Barcos y botes podrían cumplir esa función, pero los puentes son una mejor manera de conectar las islas.
Génesis 28 nos cuenta la historia de un sueño que tuvo Jacob. Él acababa de sacarle la primogenitura (herencia especial) a su hermano mayor, Esaú, engañando a su padre. Eso, naturalmente, hizo enojar a Esaú, de modo que Jacob decidió huir a Harán y quedarse allí, con algunos parientes. En camino hacia allá, se detuvo una noche, para dormir. Debió haberse sentido muy solitario, sin familia ni amigos. Jacob pudo haberse preguntado si Dios seguía estando con él.
Esa noche tuvo un sueño. En él, vio una escalera que conectaba la tierra con el Cielo. Ángeles de Dios subían y bajaban por esa escalera. ¡Qué maravillosa manera de asegurar a Jacob que Dios estaba con él!
Tú y yo también necesitarnos un camino entre la tierra y el Cielo; un puente que, de alguna manera, los conecte. Jesús es ese puente. Él es nuestra conexión entre el Cielo y la tierra. "Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, quien dio su uida como rescate por todos" Por medio de Jesús podemos tener vida eterna. Y, por medio de él, podemos llegar al cielo.
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson