martes, 28 de enero de 2020

LA TORTA DE BIENVENIDA

Pedro y Roberto eran los nuevos vecinos de Juan Pablo. Sin embargo, parecía que no querían ser amigos de nadie. Un día, arrojaron la bicicleta de Juan Pablo al piso y salieron huyendo. Al día siguiente, fueron al cobertizo de su casa Y desparramaron la leña.
Cuando Juan Pablo le dijo a su mamá que quería vengarse de Pedro y de Roberto, ella le hizo una sugerencia: «¿y si les hacemos una deliciosa torta para darles la bienvenida?».
¡Gracias a aquella torta, los tres niños llegaron a ser grandes amigos!

¿Y yo?
¿Alguna vez has conseguido portarte bien con alguien que se porta mal contigo?

Mi oración para hoy
Jesús, tú conseguiste hacer el bien a quien te hacía el mal. Yo también quiero hacer lo mismo.

En la Biblia leemos:
«No te dejes vencer por el mal. Al contrario, vence con el bien el mal» (Romanos 12: 21).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LOS MÁS PEQUEÑOS 2020
«CADA DÍA CON JESÚS»
Por: Maria Augusta Lopes, Lara Figueiredo, Paulo Sérgio Maced
Lecturas Devocionales para preescolares 2020.

DIOS CONVIERTE LA ADVERSIDAD EN PROSPERIDAD

Así que el faraón les dijo: ¿Podremos encontrar otro hombre como este, que tenga el espíritu de Dios?. Génesis 41:38

—Vamos a continuar con la historia de José, como si él mismo nos la estuviera contando —dijo el padre.
Hola, niños, cómo cambia la vida de un momento para otro. Le aconsejé al faraón que buscara a la persona adecuada para ayudarle a afrontar la crisis de hambre que se avecinaba y me nombró a mí. ¡No podía creerlo! De ser un preso pasé a ser el gobernador del importante país de Egipto. Dios seguía prosperándome.
Luego puse en acción algunas estrategias para almacenar todo el alimento que se pudiera en los siete años de abundancia, para hacer la provisión para los años de escasez. Se construyeron por todo el país almacenes donde guardamos suficiente grano. Cuando el hambre llegó al país, los egipcios fueron con el faraón y él los mandó conmigo. Les vendíamos el trigo que necesitaban y así fueron pasando los años; hubo suficiente alimento para todos; de hecho, venían gentes de otros pueblos a comprarnos porque se había corrido la voz de que en Egipto había alimento.
Un día, mientras me encontraba supervisando el trabajo, llegaron unos hombres que me llamaron la atención. Mi corazón palpitó de emoción, ¡eran mis hermanos! Pensé que nunca más volvería a ver a mi familia, pero me equivoqué. ¿Qué habrá pasado con mi padre?, me pregunté al verlos.
Cuando se acercaron a donde me encontraba me hicieron una reverencia, porque no me reconocieron; no se dieron cuenta de que era yo. Por cierto, no los traté muy bien, les dije que eran unos espías. En realidad, yo no quería tratarlos mal, lo que quería era probarlos para saber si habían cambiado o seguían siendo los mismos que habían sido capaces de vender a su hermano como esclavo. Ellos no sabían que Dios había convertido mi adversidad en prosperidad. Confía en Dios, pues a los que lo aman, todas las cosas les ayudan a bien.
Tu oración: Querido Dios, guía mi vida por qué tú sabes que es lo mejor para mí
 ¿Sabias que…. Rubén el hijo mayor de Jacob, perdió la primogenitura y se le dio a Judá?

DEVOCIÓN MATUTINA PARA MENORES 2020.
“DESCUBRE EL MEJOR LIBRO DEL MUNDO”
Por: Noemí Gil Gálvez
Lecturas Devocionales para Menores 2020

“LOS INSULTOS DEBERÍAN ESCRIBIRSE EN LA ARENA. LOS CUMPLIDOS DEBERÍAN TALLARSE EN PIEDRA». PROVERBIO ÁRABE

La historia dice así: Cierta aerolínea tenía una política que requería que el piloto estuviera al lado de la puerta mientras los pasajeros descendían del avión. Debía sonreír y decirle a cada uno: «Gracias por volar con nosotros»
En un determinado vuelo, un piloto había aterrizado en la pista con mucha fuerza. Por eso, luego de un aterrizaje tan brusco, al piloto le costó mirar a los pasajeros a los ojos. Finalmente, todos habían bajado del avión menos una mujer mayor que caminaba con un bastón.
La mujer se detuvo y se dirigió al piloto.
—Querido, ¿te molestaría que te hiciera una pregunta?
-No, señora —respondió el piloto—. ¿Qué pregunta?
La mujer dijo:
—¿Aterrizamos, o nos derribaron?
¡Ay! ¡Qué dolor! Apuesto a que ese piloto nunca se olvidó de ese comentario. En otro avión, en otra ocasión, una madre trataba de consolar a su bebé que lloraba. La verdad es que hay pocas cosas más molestas que el llanto de un bebé retumbando en el interior de un avión atestado de gente. La madre comenzó a cantarle suavemente a su bebé y, al final, el llanto dio lugar al silencio cuando el bebé se durmió.
Un hombre que iba sentado en la fila de atrás se inclinó hacia adelante para obtener la atención de la madre.
—Tu bebé tiene suerte de que le cantes así —dijo.
El hombre brindó un cumplido en lugar de una queja. Y sé que la madre nunca olvidó la manera en que un desconocido le había dado una señal de aprobación.
Tanto los insultos como los cumplidos pueden dejar una impresión duradera. ¿Cómo quieres que se te recuerde tras tu paso por este mundo? Kin
«La angustia abate el corazón del hombre, pero una palabra amable lo alegra»  (Prov. 12:25).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES
“UNA IDEA GENIAL”
Por: Kim Peckham
Lecturas Devocionales para Adolescentes en 2020.

SIERVAS Y MISIONERAS

«Solamente mi siervo Caleb ha tenido un espíritu diferente y me ha obedecido fielmente. Por eso a él sí lo dejaré entrar en el país que fue a explorar, y sus descendientes se establecerán allí» (Núm. 14: 24). 

Después de horas de viaje observando hermosos paisajes, llegamos a las tierras de la población indígena de los cabécares, en Costa Rica. No íbamos de paseo, íbamos a trabajar ardua y duramente a favor de esa comunidad. Mis hijos me acompañaban. Razyel, a pesar de su corta edad, sirvió a los cabécares en todo lo que pudo, y en su interior se encendió el deseo de bautizarse con ellos.
—iMamá, por favor, déjame bautizarme con los cabécares! —me pidió con un hermoso brillo en los ojos; y añadió—: Me gusta ser una sierva y una misionera de Dios.
Se me hizo un nudo en la garganta cuando mi hija bajó a las aguas del bautismo. No pude evitar pensar en las palabras que había usado: «sierva» y «misionera». Quería ser una sierva de Jesús para convertirse en misionera, y por eso deseaba entregarse a él por medio del bautismo.
La palabra griega que usa el Nuevo Testamento donde nosotros leemos «siervo» es doulous. Se refiere a la persona que está en sujeción a otra desde el punto de vista social y económico pero, empleada en el contexto del cristianismo, es una metáfora de la entrega total que una persona hace de su voluntad (su tiempo, sus talentos, sus decisiones, sus recursos) a la voluntad de Cristo, para contribuir así en lo que podamos al avance de su obra. Se trata de poner la obra de salvación por encima de nuestros propios intereses personales.
«Sierva» y «misionera»; eso que quería ser mi hija es lo que debiéramos querer ser nosotras, y serlo de tal modo que también los demás lo noten. Los siervos de Dios siempre tienen una misión que cumplir, retos que enfrentar y batallas que librar. Caleb, el ejemplo que tomamos de nuestro versículo de hoy, fue llamado por Dios siervo «por cuanto hubo en él otro espíritu». El espíritu de siervo del Señor: vivir por la fe, obrar en consecuencia y ser luz para el pueblo. El Señor lo bendijo enormemente, permitiéndole el acceso a la tierra prometida.
¿Visualizas tú nuestra tierra prometida, esa morada eterna en la que seguiremos siendo siervas de Cristo por amor? Si es así, decide cada día ser sierva y misionera.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2020
UN DÍA A LA VEZ
Patricia Muñoz Bertozzi
Lecturas Devocionales para Mujeres 2020.

EL LASTRE DE LA INSATISFACCIÓN

«El sepulcro y la muerte nunca se sacian, y los ojos del hombre jamás están satisfechos» (Proverbios 27:20).

En el libro de Eclesiastés, Salomón se refiere al problema de la insatisfacción humana. El sabio afirma que todo pasa demasiado rápido y en grandes cantidades. Es imposible para el ser humano captar y asimilar todo lo que sucede delante de él. Apenas logra capturar unas cuantas pinceladas de la realidad, las cuales corresponden a su existencia, siempre fugaz. No obstante, esta fugacidad, esta enorme cantidad de estímulos visuales acarrea un gran problema al ser humano, a saber, la insatisfacción: «Todas las cosas fatigan más de lo que es posible expresar. ¡Los ojos nunca se cansan de ver, ni se fatigan los oídos de oír!» (Eclesiastés 1: 8). Querer satisfacer al corazón del hombre a través de medios puramente humanos es absurdo.
¿Pero cómo es posible aburrirse en un mundo donde hay tanto que ver? En una sociedad como la nuestra, donde se favorece lo espectacular, sería lógico pensar que el aburrimiento fuera una actitud poco usual. ¡Pero es justo lo contrario! ¿Cómo es posible estar aburridos en una sociedad que ofrece tantas distracciones y entretenimiento? Hoy puedes ver en la televisión todo tipo de películas, espectáculos deportivos, telenovelas, programas humorísticos, documentales, etcétera; o puedes ir a un concierto, un centro recreativo o una zona comercial. Sin embargo, para mucha gente la vida es monótona, insípida, repetitiva, rutinaria y poco significativa. Esto sucede, en parte, debido a la excesiva estimulación a la que la población está sometida, es decir, hay tantas cosas excitantes que demandan su atención que, paulatinamente, llega a ser incapaz de cribar y escoger entre tantas opciones. Como consecuencia, cierra su atención a todo. Ya no sabe qué información es relevante y empieza a perder la capacidad de encontrar el significado de algo (Richard Winter, Still  Bored in a Culture of Entertainment, Downers Grove: Inter Varsity Press, 2002, pág. 36). Así que el aburrimiento es una alegoría de la condición posmoderna.
¿Estamos condenados a la insatisfacción y al aburrimiento? No. Al respecto, Jesús le dijo a la mujer samaritana una gran verdad: «Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás. Más bien, el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que fluya para vida eterna» (Juan 4: 13-14). Es junto a él donde encontramos el verdadero sentido de nuestras vidas.
Pide hoy al Señor que te dé a beber esa agua de vida eterna.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2020
UNA NUEVA VERSIÓN DE TI
Alejandro Medina Villarreal
Lecturas devocionales para Jóvenes 2020

TRES MANERAS DE VIVIR

«Acercándose, vendo sus heridas echándoles aceite y vino, lo puso en su cabalgadura, lo llevó al mesón y cuidó de él» (Lucas 10: 34).

Una de las historias más fascinantes y significativas del evangelio es la del Buen Samaritano. En una ocasión Jesús confirmó como certeras las palabras memorizadas de su oponente, el experto de la ley: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo>> (Lucas 10: 27). Al instante, el interlocutor preguntó al Maestro: <<Y quién es mi prójimo?>>. Jesús respondió con la historia del Buen Samaritano.
La historia no era una escena imaginaria. Elena G. de White nos dice que se trataba de un suceso real en el que el sacerdote y el levita del relato estaban entre los que escucharon las palabras de Jesús (El Deseado de todas las gentes, cap. 54, p. 471). 
He aquí el relato en breve: Un viajero caminaba de Jerusalén a Jericó y unos ladrones lo atacaron, despojándole de todo lo que tenía y dejándole medio muerto. Un sacerdote observó a distancia al sufriente y evitó pasar de cerca. Luego pasó un levita, se acercó a la víctima, y siguió su camino. Por último, lo vio un samaritano un miembro de un grupo social discriminado) y le curó sus heridas, lo montó en su cabalgadura, lo llevó a una posada para cuidarlo mejor y, a la mañana siguiente, dejó dinero al posadero para que lo continuara cuidando. De este modo, Jesús mostró quién de los tres fue el verdadero prójimo e instó a sus interlocutores a que hicieran lo mismo (vers. 37). 
El relato muestra tres filosofías. La primera es la filosofía del ladrón: «Lo tuyo es mío y te lo voy a arrebatar». Es la norma de las personas que van por la vida tratando de sacar el mayor provecho a costa de los demás. La segunda filosofía es la del sacerdote y el levita: «Lo mío es mío y lo voy a retener». Es la norma de quienes se esfuerzan en ignorar las necesidades de los demás y pasan de largo ante quienes sufren. Por último, está la filosofía del samaritano: «Lo mío es tuyo y lo comparto contigo».
¿Con quién te identificas? El evangelio nos insta a ser como el samaritano, el prójimo solidario, comprometido con el servicio, dispuesto a ayudar, a sacrificarse y apoyar a quienes sufren. «Ve, y haz tú lo mismo».
No dudes que esta es la manera de gozar de las mejores relaciones interpersonales que pueda haber en este mundo imperfecto.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2020
UN CORAZÓN ALEGRE
Julián Melgosa y Laura Fidanza
Lecturas devocionales para Adultos 2020