«Igualmente, cada mañana se le hará al Señor una ofrenda de siete litros de cereales y un litro de aceite, que se derramará sobre la harina. Este rito será obligatorio siempre» (Ezequiel 46: 14).
Menos mal que tenemos nuestras botas puestas, porque vamos a caminar sobre un piso resbaloso. Hoy haremos un pequeño viaje a una prensa de aceite. Estos hombres están extrayendo aceite del maíz. Impresionante, ¿verdad?
¿Sabes qué es el aceite? Hay diferentes cosas de las cuales se sacan diferentes tipos de aceite, pero todos más o menos hacen lo mismo. Algunos sirven para que las cosas funcionen más suavemente. Hay aceite en las aceitunas, en el maíz, en las semillas de girasol, bajo el suelo y en cientos de otros lugares. Dios en verdad hizo mucho aceite para que nosotros lo usáramos.
Dios también quiere que nosotros seamos un poco «aceitosos». Él quiere que ayudemos a suavizar las cosas que ocurren a nuestro alrededor. Mediante tu ejemplo y tus palabras, puedes ayudar a suavizar una discusión, ayudar a que el día de tu maestro o maestra transcurra de manera más tranquila, o hacer que las labores de tus padres sean más livianas ayudándolos en el hogar. Ponte un poco aceitoso hoy y sé un suavizador para Dios.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush