Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, con todos sus ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones se reunirán delante de él, y él separará a unos de otros, como separa el pastor las ovejas de las cabras (S. Mateo 25: 31, 32).
En la actualidad se ha vuelto muy común hablar de los ángeles. En diversos comercios se ve cada vez más la figura de los ángeles; por ejemplo, hoy se exhiben muchos libros que versan sobre los ángeles y su influencia en nuestras vidas, por supuesto, desde una perspectiva espiritista. Los que han crecido en el ambiente cristiano seguramente han oído en la voz de su abuela, madre o tías expresiones como: «No tengas miedo, tu ángel te cuida»; «los ángeles están contigo»; «que los ángeles te acompañen»; «duerme tranquilo, tu angelito está a tu lado». Tenemos que tener muy claro que existen dos tipos de ángeles: los ángeles del bien y los ángeles del mal. Esto es real. La protección de los ángeles de Dios ha sido prometida para sus hijos que le aman y siguen sus caminos. Pero también Satanás tiene sus ángeles que rodean al ser humano que se revela contra Dios: «El mundo visible y el invisible están en estrecho contacto. Si pudiese alzarse el velo, veríamos a los malos ángeles ciñendo sus tinieblas en derredor nuestro, y trabajando con todas sus fuerzas para engañar y destruir. Los hombres perversos están rodeados, incitados y ayudados por los malos espíritus. El hombre de fe y oración confió su alma a la dirección divina, y los ángeles de Dios le traen luz y fuerza del cielo» (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 185). Existe un peligro real de apartarnos de Dios. Los ángeles malos están al acecho. Nuestra única seguridad depende en todo momento de Dios. Permite que tu fe se fortalezca. Ora y pídele a Dios que sean sus santos ángeles quienes guarden y vigilen hoy tu vida y la de los tuyos. De lo contrario, abrirás la puerta a extrañas influencias que destruirán tu vida.
En la actualidad se ha vuelto muy común hablar de los ángeles. En diversos comercios se ve cada vez más la figura de los ángeles; por ejemplo, hoy se exhiben muchos libros que versan sobre los ángeles y su influencia en nuestras vidas, por supuesto, desde una perspectiva espiritista. Los que han crecido en el ambiente cristiano seguramente han oído en la voz de su abuela, madre o tías expresiones como: «No tengas miedo, tu ángel te cuida»; «los ángeles están contigo»; «que los ángeles te acompañen»; «duerme tranquilo, tu angelito está a tu lado». Tenemos que tener muy claro que existen dos tipos de ángeles: los ángeles del bien y los ángeles del mal. Esto es real. La protección de los ángeles de Dios ha sido prometida para sus hijos que le aman y siguen sus caminos. Pero también Satanás tiene sus ángeles que rodean al ser humano que se revela contra Dios: «El mundo visible y el invisible están en estrecho contacto. Si pudiese alzarse el velo, veríamos a los malos ángeles ciñendo sus tinieblas en derredor nuestro, y trabajando con todas sus fuerzas para engañar y destruir. Los hombres perversos están rodeados, incitados y ayudados por los malos espíritus. El hombre de fe y oración confió su alma a la dirección divina, y los ángeles de Dios le traen luz y fuerza del cielo» (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 185). Existe un peligro real de apartarnos de Dios. Los ángeles malos están al acecho. Nuestra única seguridad depende en todo momento de Dios. Permite que tu fe se fortalezca. Ora y pídele a Dios que sean sus santos ángeles quienes guarden y vigilen hoy tu vida y la de los tuyos. De lo contrario, abrirás la puerta a extrañas influencias que destruirán tu vida.
Leticia Aguirre de De los Santos
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor.
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor.