«Moisés tomó también consigo los huesos de José, el cual había hecho jurar a los hijos de Israel, diciéndoles: "Dios ciertamente os visitará, y entonces os llevaréis mis huesos de aquí con vosotros"» (Éxodo 13: 19, RV95).
¿Alguna vez has pensado por qué eres capaz de mantenerte en pie? Es gracias a los huesos, obviamente. Sin ellos, serías como una gelatina. Tratarías de mover tus músculos pero sería imposible, pues no habría nada que los sostuviera. Estas excursiones diarias que estamos haciendo serían imposibles de realizar si no tuvieras huesos.
El versículo de hoy nos dice que José había pedido a los israelitas que se llevaran sus huesos con ellos a la Tierra Prometida. Así como los huesos sirven de apoyo al resto del cuerpo, José pidió a sus amigos y compatriotas que lo apoyaran y que llevaran sus huesos a la tierra en la que fluye leche y miel.
Nosotros también podemos apoyar a nuestros amigos y a nuestra familia. Así como tus huesos sirven de apoyo para tu cuerpo, puedes ser fiel apoyando a tus seres queridos en oración cada vez que lo necesiten. Créeme, ellos agradecerán esa clase de apoyo.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush