Lugar: México
Palabra de Dios: Daniel 2:34, 35
¿Qué harías si el suelo sobre el que estás parado se comienza a poner cada vez más caliente? No caliente naturalmente, por un día soleado, sino realmente muy caliente.
Un agricultor araba su campo de maíz en el año 1943, cuando de pronto comenzó a sentir calor debajo de sus pies. Estaba tan caliente que comenzó a subir humo de la tierra.
Entonces, repentinamente la tierra comenzó a temblar. A eso le siguió más humo. ¡Y apareció una grieta en la tierra! Luego, vinieron cenizas, vapor y lava. El agricultor volvió corriendo a la aldea, gritando: "¡Hay un monstruo en mi campo de maíz!" El "monstruo" resultó ser un volcán en actividad.
La gente de la aldea de Parícutin tuvo que ser evacuada, porque el volcán continuó arrojando desechos a todo su alrededor. Sepultó el pueblo de Parícutin, así como también otro pueblo cercano, bajo las cenizas y la lava. El volcán siguió creciendo y elevándose, hasta que hubo una montaña donde antes había habido un campo de maíz.
Esto me recuerda el sueño del rey Nabucodonosor. ¿Te acuerdas del sueño de la estatua de diferentes metales? El sueño termina así: "Una roca que nadie desprendió vino y golpeó los pies de hierro y barro de la estatua, y los hizo pedazos". "... El viento barrió con la estatua, y no quedó ni rastro de ella. En cambio, la roca que dio contra la estatua se convirtió en una montaña enorme que llenó toda la tierra".
Esa es la parte más importante del sueño: una montaña creció y creció, hasta que llenó toda la tierra. Dios estaba revelando el futuro. Luego de que muchos reinos se levantaran y pasasen, Dios establecería su Reino en la tierra; uno que nunca terminaría.
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson