«Los más valientes fueron despojados; los más fuertes nada pudieron hacer; ¡durmieron su último sueño!» (Salmo 76:5).
A mide verdad me encanta dormir. Es tan placentero meterme en la cama en una noche de invierno, debajo de mi cálida cobija, y quedarme dormido.
Si no durmiéramos ocurrirían cosas muy malas. No podríamos pensar claramente. Nuestro cuerpo se enfermaría. No podríamos ver bien después de varias horas sin dormir y nuestros amigos no querrían estar alrededor de un cascarrabias como nosotros.
El sueño es definitivamente algo muy importante. Dios nos creó con la necesidad de descansar Al dormir; nuestro cuerpo crece. Al dormir el cuerpo se repara a sí mismo. Al dormir nuestra mente se refresca para un nuevo día en la escuela y para el estudio de la Palabra de Dios. Sí, el sueño es muy importante.
Existe otra clase de descanso que también es muy importante. Todos tenemos que descansar en el poder de Dios. En el versículo de hoy podemos leer que Dios es muy poderoso. Podemos confiar en él porque él nos ama. Así que no te preocupes por lo que le pueda pasar Cuando te acuestes esta noche piensa en que Dios te cuidará mientras descansas y que con su poderte protegerá de cualquier peligro.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush