Lugar: Corea del sur
Palabra de Dios: 1 Corintios 6:20
¿Alguna vez escuchaste decir: “Somos lo que comemos”? El señor Yoon probó que esto era cierto, cuando decidió comer solamente comida chatarra durante treinta días. Él había visto un documental de Estados Unidos acerca de los efectos de una dieta así, y quería probarla personalmente.
Algunos de ustedes, quizás, estén pensando: “¡Genial! ¡Eso sería grandioso! Toda la comida chatarra que pueda comer. Nunca más comer verdura”. Bueno, antes de que tires tus espinacas o arvejas, lee lo que sucedió.
El 16 de octubre, el señor Yoon comenzó su dieta especial. No le llevó mucho tiempo sentir los efectos. Comenzó a aumentar de peso.
Comenzó a sentirse muy cansado, sin su nivel habitual de energía.
También, comenzó a tener dolores de cabeza muy fuertes. Para el día número cinco, el señor Yoon estaba teniendo problemas con su hígado.
Su corazón también comenzó a mostrar señales de problemas.
-Su salud se está deteriorando rápidamente -le advirtieron los médicos-, porque no está obteniendo las vitaminas y los minerales que necesita. Si no deja esta dieta en este momento, su vida podría estar en peligro.
El señor Yoon nunca completó su dieta de un mes: siguió el consejo de sus médicos, y la abandonó. Cuando comenzó a comer alimentos más nutritivos y comidas más equilibradas, se sintió mucho mejor y más sano.
La Biblia dice: “fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios”. No permitas que tu cuerpo se deteriore. Come alimentos nutritivos, haz ejercicio y descansa lo suficiente. Cuida del cuerpo que Dios te ha dado.
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson