«El rey, sus consejeros, sus funcionarios más importantes y todos los israelitas allí presentes habían entregado para el templo de Dios [...] veintiún mil cuatrocientos cincuenta kilos de plata, utensilios de plata que pesaban tres mil trescientos kilos, tres mil trescientos kilos de oro, veinte tazas de oro que pesaban ocho kilos, y dos recipientes de bronce bruñido de la mejor calidad, tan preciosos como el oro» (Esdras8:25-27,NVI).
¡Impresionante! El rey, sus consejeros, oficiales, y todo el pueblo de Israel hicieron grandes donaciones para el nuevo templo. Fíjate en la última parte del versículo de hoy. Ellos dieron «dos recipientes de bronce bruñido de la mejor calidad, tan preciosos como el oro». Hoy vamos a visitar el taller de un fabricante de bronce para aprender un poco sobre este metal.
¡Qué calor hace aquí! El artesano está vertiendo metal líquido en un contenedor lleno de otro metal líquido. El contenedor más grande contiene cobre derretido, y la cantidad más pequeña de metal plateado es estaño. ¿Por qué los está mezclando? Porque si mezclas una pequeña cantidad de estaño con cobre, este último se hace mucho más fuerte. La mezcla de estos dos metales se conoce como bronce.
Dios quiere «derramarse» en tu vida como el fabricante de bronce vierte el estaño en el cobre. Dios sabe que si le permites hacerlo, te convertirás en una persona más fuerte para él. Pídele hoy que entre en tu corazón y que te fortalezca para él.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush