«Anda a ver a la hormiga, perezoso; fíjate en lo que hace, y aprende la lección» (Proverbios 6:6).
Ahora ten cuidado. ¿Ves esos grandes montones de arena? Acércate un poco. Parece que se movieran. Son hormigueros, y parece que se estuvieran moviendo porque las hormigas están constantemente entrando y saliendo de ellos. Las hormigas siempre están trabajando duro.
Si alguna vez te has parado sobre un hormiguero te darás cuenta de que las hormigas salen inmediatamente a reconstruirlo. ¡Es curioso que unos insectos tan pequeños tengan unas casas tan grandes! ¿Cómo hacen su hormiguero? Te lo explico: poniendo un grano de arena detrás de otro.
Lee detenidamente el versículo de hoy. ¿Sabes lo que es un perezoso? Es alguien que es descuidado o flojo en hacer lo que debe hacer Dios no quiere que seamos perezosos. A veces quizá te preguntes cómo puedes hacer para terminar de ordenar tu habitación o de rastrillar el jardín. Bien, de la misma manera en que yo he escrito estas palabras para ti. Un zapato y una hoja a la vez.
Así que no seas perezoso. Dios te ha dado tálenlos, y él quiere que aprendas a usarlos trabajando duro. Comienza haciendo esas pequeñas cosas como ordenar tu habitación o sacar la basura. Mira cómo trabajan duro las hormigas. Dios quiere que aprendamos de ellas, ¡una cosa detrás de la otra!
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush