«Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada, y a Sara ya le había cesado el período de las mujeres» (Génesis 18: 11, RV95).
Hoy vamos a dar un paseo por la sección de recién nacidos del hospital. Vamos a ver bebés. Hagamos silencio. ¿No son lindos? Dios nos ha creado de una manera maravillosa. Qué bueno es que los papas y las mamas puedan tener bebés y formar familias.
El versículo de hoy nos cuenta que Sara ya no podía tener hijos debido a su edad. Cuando las mujeres no son tan jóvenes ya no pueden tener hijos, y Sara había llegado a esa edad. ¡Tenía casi cien años! De hecho se rió de solo pensarlo. Pero, ¿sabes lo que pasó? Dios hizo un milagro y Sara tuvo un bebé cuando nadie, ni siquiera ella, creía que fuera posible.
A veces la gente cree que tú eres demasiado joven para hacer algo importante para Dios. ¡Espero que tú no pienses lo mismo! Nunca serás demasiado joven para mostrar una sonrisa en tu rostro y alegarle el día a alguien. Nunca serás demasiado joven para hablarles a los demás de Jesús. Y al igual que Dios le dio a Sara un bebé cuando ella creía que era demasiado vieja, Dios puede hacer que lleves a otros a sus pies sin importar tu edad.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush