miércoles, 3 de junio de 2009

EL LENGUAJE QUE DIOS ENTIENDE

Solo en Dios halla descamo mi alma; de él viene mi esperanza (Salmo 62:5).
Voy a compartir contigo una estrofa de uno de mis cantos favoritos. Te diré que he escuchado varias versiones, sin embargo, el centro del mensaje es el mismo. En mi vida han existido situaciones en las que no he podido expresar a Dios mis sentimientos y únicamente me he limitado a llorar. Por ese motivo hoy quiero compartir contigo este canto. Las lágrimas expresan un lenguaje que solamente Dios conoce.


A veces las lágrimas te han sorprendido,
las cargas te parecen duras de llevar,

mas Cristo cercano está, él ve tus lágrimas,
son lenguaje, lo entiende él.

El llanto ve del cuitado corazón,
tu llanto ve, lo escucha al caer.


Una de esas situaciones ha sido la muerte de uno de mis tíos paternos, un hombre joven a quien Dios llamó al descanso. Pasar por este tipo de circunstancias es espinoso; me faltan palabras para describir los sentimientos que se embargan en el corazón. No obstante, sé que Dios entendió mis lágrimas en aquellos días, y sé que él estuvo a mi lado.
Cada una de nosotras pasamos o tal vez vivimos situaciones en las cuales no hay palabras para expresar a nuestro Dios lo que sentimos. No te preocupes por eso. Tú solamente llora y déjate caer en los brazos de nuestro Padre celestial. Él entenderá tus lágrimas.


Amanda Jeanette Alfaro Díaz
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor

COMPLETO

Por eso, deben ustedes renunciar a su antigua manera de vivir y despojarse de lo que antes eran [...] y revestirse de la nueva naturaleza. Efesios 4:22,24
En mateo 12 Jesús cuenta una parábola que ilustra la importancia de sustituir los malos hábitos con otros buenos. La historia empieza con un hombre que estaba controlado por un espíritu malo. Un día el hombre decide que quiere empezar una nueva vida y por eso expulsa el mal espíritu.
El espíritu espera un poco de tiempo y regresa para ver qué ha sucedido con su antigua morada. Se da cuenta que el lugar que ocupaba en la vida del hombre todavía está vacío. Nada ha llenado el hueco. Así que envía invitaciones a siete de sus amigos malos.
—Vengan conmigo —dice—. El lugar que antes ocupaba está limpio y todavía nadie lo ha reclamado para sí. ¿Qué se apuestan a que ahora hay lugar para todos, nosotros?
Así que los siete espíritus malos se unen a su amigo y el pobre hombre que quiso librarse del mal por sus medios acaba con más problemas que antes.
En esta historia Jesús explica que no basta con dejar de hacer cosas malas. Cuando en nuestra vida hay algo que necesita un cambio, debemos expulsar el mal hábito luego sustituirlo con algo bueno.
Si, por ejemplo, Brad tiene un problema con el lenguaje grosero, debería pedir a Dios que lo ayude a sustituir las malas palabras con otras positivas. Cuando sienta la tentación de jurar, podría repetir un versículo de la Biblia, decir palabras de ánimo para los demás, dar gracias a Dios por sus bendiciones o cantar una canción edificante.
Cuando Dios nos pide que hagamos un cambio en la vida, lo hace porque tiene .algo mejor para nosotros. Quiere sustituir las cosas que nos hacen daño con hábito que harán que nuestra vida sea más feliz y productiva.

Tomado de la Matutina El viaje increíble.

¡ENHORABUENA POR TU ASCENSO A SIERVO!

Yendo por el camino, al acercarse a Damasco, de repente lo cercó un resplandor de luz del cielo. [...] El Señor le dijo: «Ve, porque este hombre es un instrumento elegido por mí, para llevar mi nombre a los gentiles, a los reyes y al pueblo de Israel». Hechos 9: 3, 15En el mundo los títulos que una persona obtiene son de suma importancia para conseguir que la promuevan a una posición más elevada. Quizá has oído que a flos médicos Alvin Toffler los llama «Dios en bata blanca». La frase, aunque un tanto blasfema, dice mucho de lo que los médicos piensan de sí mismos y de cómo los considera la mayoría de las personas.Los seres humanos tenemos una profunda necesidad de ser estimados y reconocidos. Por eso hay personas que prefieren ganar menos dinero con tal de estar en un puesto que ante ios ojos de los demás parece más importante. San Pablo fue llamado por Dios de una manera verdaderamente llamativa. Mientras iba rumbo a Damasco, fue rodeado por un resplandor que lo dejó ciego. Una voz del cielo exclamó: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» Tiempo después, el mismo Jesús afirmó que Pablo había sido escogido para predicar el evangelio a los gentiles.Pero cuando Pablo conoció a Jesús, y supo verdaderamente que es «Dios en esencia» (Fil. 2: 6) y que «se despojó a sí mismo, tornó la condición de siervo, y se hizo semejante a los hombres» (Fil. 2: 7), descubrió el título más alto y sublime que un ciudadano de los cielos puede obtener: Siervo de Dios. La necesidad más grande de la humanidad es el servicio abnegado. Y es el más grande privilegio de! cristiano, porque «el servicio por amor es la ley de la vida para el universo». El mundo se ha hundido en el beneficio personal y ei egoísmo. Por eso, «el servicio propio es la ley de la muerte». Es naturalmente imposible para el ser humano mantenerse en el camino de! servicio y de! hacer el bien a los demás. La influencia del mundo demanda que escalemos cada vez más y más alto la escalera del éxito. Pero Dios nos ha ordenado servir, como lo hizo su Hijo, aun a sus enemigos. Habrá muchos puestos para alcanzar en el reino de los cieíos, pero mientras estemos en la tierra solo hay un título y un puesto que hará vibrar de alegría el corazón de Dios. Bienaventurado aquel a quien Dios promueva para ese puesto, el puesto de siervo.Esfuérzate por alcanzar el título y el puesto más elevado en este mundo: Siervo de Dios y de la humanidad.

Tomado de la Matutina Siempre Gozosos

LAS MENSAJERAS

¡Qué hermosos son, sobre los montes, los píes del que trae buenas nuevas; del que proclama la paz, del que anuncia buenas noticias, del que proclama la salvación, del que dice a Sión: «Tu Dios reina»! (Isaías 52: 7).
El profeta Isaías habla de la bendición de ser llamados para anunciar las buenas noticias de salvación y el apóstol Pablo pregunta quién tendrá la autorización divina para predicar y quién será enviado a hacerlo (Rom. 10: 14 y 15). Las respuestas a estas dos preguntas están en Salmo 68: 11: «El Señor ha emitido la Palabra, y millares de mensajeras la proclaman». En el hebreo se utiliza la palabra mebasseroth. Esta palabra significa «anunciadoras», del verbo basar, «anunciar», «que se refiere a las mujeres que anunciaban [...] es probable que las mebasseroth fueran mujeres que celebraban con cantos los grandes acontecimientos, tales como el retorno de los ejércitos victoriosos» (Comentario bíblico adventista, t. 3, p. 800).
Tras el milagroso paso de los israelitas por el Mar Rojo, María y las demás mujeres tomaron panderos y con danzas anunciaron el portento (Éxo. 15: 20, 21). En 1 Samuel 18: 6, 7 las mujeres salieron con danzas y panderos a recibir al valiente David que había matado al gigante. A María Magdalena se le da la encomienda en Juan 20: 17, 18 que vaya con los demás a dar la noticia de la resurrección de Jesús.
Dios no detiene su obra de predicar el evangelio fijándose si el agente es un hombre o una mujer. El Señor mira solamente corazones dispuestos, humildes, accesibles y sensibles a sus llamados; es entonces cuando su poder se perfecciona, cuando su voz se deja oír y cuando él puede realizar sus milagros de redención.
Así como ante Dios somos iguales y con los mismos derechos como sus hijos e hijas amados, también tenemos las mismas responsabilidades y es nuestro deber encontrar la misión que debemos cumplir. ¿Encontraste la manera de ser una mensajera eficaz para Dios?
Zobeida Ham Cuevas
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor.

EL TESORO PERDIDO

Sométanlo todo a prueba y retengan lo bueno. 1 Tesalonicenses 5:21

Cuando Kent Birmingham oyó que la escuela de iglesia necesitaba dinero para hacer reformas, decidió donar algunos libros valiosos de su colección para que los vendieran a beneficio de la escuela. Después de escoger qué libros donaría, el Sr. Birmingham entró en Internet y averiguó el precio medio de cada Volumen. Luego los introdujo en una caja y los llevó a la escuela.
El primero de ellos se vendió por más de trescientos dólares. Pero luego algo salió mal. Los obreros de la construcción que reformaban una parte de la escuela descubrieron las cajas de libros y pensaron que había que arrojarlas a la basura. Y así lo hicieron.
Cuando se descubrió el error, la dirección de la escuela hizo una llamada urgente a la empresa que gestionaba los residuos.
Uno de sus camiones se ha llevado unos libros valiosos que no tenían que ser arrojados a la basura. Díganle al conductor que no vacíe la carga en el vertedero.
El empleado hizo todo cuanto pudo para identificar qué camión basurero se había llevado los libros. Pero los- libros nunca se encontraron. Hacia el atardecer, en algún vertedero de Ohio se enterraron 37,000 dólares en libros valiosos, nadie volvería a verlos jamás.
Los obreros de la construcción pensaron que los libros eran para tirar. Solo se dieron cuenta de lo que habían hecho cuando el tesoro se había perdido. Cada día, los adolescentes desperdician tesoros. Se alejan de Dios. Se arruinan la salud con las drogas y otros malos hábitos. Pierden la libertad transgrediendo las leyes. Mueven barullo en la escuela y desperdician importantes oportunidades de aprender y conseguir una buena educación. Los tesoros se pueden perder. Aprende a apreciarlos y protégelos bien.

Tomado de la Matutina El viaje Increíble.

UN LIBRO QUE SOLO JONATÁN COMPRARÍA

Jonatán dijo a David: «Lo que deseare tu alma haré por ti». 1 Samuel 20: 4
Estamos inmersos en una cultura que promueve el éxito personal. La industria del éxito es muy próspera. Los libros de mayor venta en el mundo entero son los que generalmente llevan títulos del estilo de Métodos para alcanzar el éxito, Éxito a su alcance, Éxito para tontos o El éxito en cinco lecciones.En las librerías hay secciones enteras dedicadas a libros de superación personal. Pero en todos los años que llevo visitando librerías, nunca he visto un libro que lleve por título Cómo ayudar a otro a alcanzar el éxito. Por desgracia, nuestra cultura se ha sumido en las tinieblas del más negro egoísmo. En esta cultura nadie compraría un libro con una temática y un título semejantes. Quizá por eso nadie se ha atrevido a escribir un libro para ayudar a los demás a obtener el éxito.Uno de los personajes que, en mi opinión, merece mucho respeto y admiración es Jonatán, el hijo del rey Saúl. La Biblia nos dice con toda claridad que Jonatán era un buen hijo, respetuoso de su padre. De acuerdo a ¡a cultura y a la práctica ancestral, Jonatán, hijo primogénito de Saúl, era el heredero natural del trono de su padre. Habría sido normal que Jonatán hiciera todo lo posible para consolidarse como el siguiente rey de Israel. Una vez, el rey le dijo: «Todo el tiempo que el hijo de Isaí viva sobre la tierra, ni tú serás firme, ni tu reino» (1 Sam. 20: 31).Lo interesante y asombroso es que Jonatán quería compartir el verdadero éxito con Dios y con David. Él sabía que Dios desaprobaba la conducta de su padre, y que había elegido a David para ocupar el trono. Jonatán entendía que la clave del éxito verdadero se encuentra en aceptar los designios y la voluntad de Dios. Era tal el sometimiento de Jonatán a los designios divinos que estaba dispuesto a hacer todo lo que era humanamente posible para que su amigo David alcanzara el éxito. Por eso, le aseguro: «Lo que deseare tu alma haré por ti» (1 Sam. 20: 4).El mundo está lleno de personas que buscan su propio éxito. Dios, en cambio, busca personas que sean la excepción de esa regla. Busca cristianos genuinos que quieran poner en primer lugar a Dios y a los demás. Como dijo el apóstol Pablo, «en cuanto a honra, dad preferencia a los otros» (Rom. 12: 10).El mundo tiene la necesidad apremiante de hombres y mujeres que piensen como Jonatán. ¿Podrás tú ser un Jonatán para alguien hoy?