«El avestruz bate alegremente sus alas,
pero su plumaje no es como el de la cigüeña» (Job 39:13, NVI).
Prepara tus botas para la acción, Si uno
de esos avestruces comienza a perseguirte vas a tener que correr con todas tus
fuerzas. Los avestruces pueden alcanzar velocidades de hasta 65 kilómetros por
hora. Tal vez Dios les permitió correrían rápido porque no pueden volar. Sí, los avestruces son unas aves que no pueden
volar.
Pero nuestro versículo de hoy dice que el
avestruz bate alegremente sus alas. ¿Para qué un avestruz bate alegremente sus
alas si ni siquiera puede volar? Tal vez el avestruz está feliz porque siempre
está con sus amigos, pues suelen vivir en grupos de cinco a cincuenta
individuos. O quizá está feliz por lo rápido que puede corren Sinceramente,
dudo que el avestruz esté feliz por alguna de esas razones. Estoy seguro de que
está feliz simplemente porque es un avestruz. Dios lo creó para que fuera eso.
A veces podemos sentirnos un poco
insatisfechos con lo que somos. Tal vez no nos gusta algo de nuestra
apariencia, o nos sentimos frustrados porque no podemos correr tan rápido como
alguno de nuestros amigos. Recuerda: Dios te hizo como eres por una razón muy
importante. Así que «bate tus alas» de alegría y da gracias a Dios por haberte
hecho tan especial.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush