Tu Oración: Gracias por las maravillosas nubes que puedo observar. ¡Eres un Dios lleno de amor!
Versículo para hoy: “Afirmas sobre las aguas tus altos aposentos y haces de las nubes tus carros de guerra. ¡Tú cabalgas en las alas del viento!” Salmos 104:3.
Seguramente, has levantado tu cabeza y visto las nubes. Si te recuestas mirando hacia el cielo y las observas con detenimiento, te darás cuenta que no son iguales. Algunas parecen tener forma, como de elefante, zapato, oveja y más. Es divertido ver el cielo y la infinidad de formas que tienen las nubes. Pero ¿sabes cómo se forman las nubes?
Un poquito de ciencia
Un día esté bien soleado, toma un plato y vierte sobre él un poco de agua. Coloca el plato en un lugar donde la luz del sol le pueda dar durante tres horas. Podrás observar cómo el agua va desapareciendo.
¿Cómo sucede? El agua se convierte poco a poco en pequeñas gotas que tú no puedes ver y forman vapor de agua. El vapor, que es aire caliente con las pequeñas gotitas de agua, se eleva hacia el cielo y forma las nubes. Lo mismo sucede cuando tu mamá cuelga la ropa afuera para secar. Al principio está mojada, pero los rayos del sol hacen que se seque al transformar en agua en vapor caliente que eleva hasta el cielo para convertirse en lindas nubes.
Dibuja en tu cuaderno de observaciones el resultado que obtuviste en el experimento.
Devoción matutina para niños pequeños 2016
Pequeños científicos de Dios
Por: Cesia Alvarado Zemleduch