«Había allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja y, poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca» (Juan 19:29, RV95).
Ellos tomaron una esponja llena de vinagre en un hisopo y la llevaron a la boca de Jesús. ¡Qué crueldad! Creo que todos sabemos qué es el vinagre y qué es una esponja, pero, ¿qué es un hisopo?
El hisopo es una planta que la gente de la antigüedad usaba como medicina. Tomaban las flores de la planta, las secaban, las ponían a hervir, les echaban miel y se las tomaban como té. Se dice que sabe parecido a la menta y que sirve para la gripe y los resfríos.
Si hubiéramos estado en Jerusalén el día que se describe en este versículo, habría sido una experiencia muy triste para ti y para mí. Ese fue el día en que Jesús murió en la cruz. Ellos tomaron esa esponja llena de vinagre y la colocaron en una rama de hisopo para darle algo de beber a Jesús. Pero eso de tomar vinagre suena muy desagradable. Lo cierto es que Jesús soportó todo ese dolor y sufrimiento por ti y por mí. Él nos ama demasiado.
Agradécele hoy todo lo que hizo escogiendo vivir para él. Así tu vida será mucho más agradable que el vinagre o el té de hisopo.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush