jueves, 7 de enero de 2016

SIN DUDAR

Oh, hombre de poca fe, ¿por qué dudaste? (Mat. 14:1)
La vida no está compuesta toda de gratos pastaderos y frescos arroyuelos. Nos asedian las pruebas y los desalientos; llegan las privaciones; nos vemos sometidos a duras pruebas. Atormentada nuestra conciencia, suponemos que nos apartamos mucho de Dios, y que si hubiéramos andado con él no habríamos sufrido de esa manera. Nos abruma la duda y el desaliento y decimos: El Señor nos ha defraudado, hemos sido maltratados. ¿Por qué permite que suframos en esta forma? No puede amarnos; si así fuera apartaría las dificultades de nuestro camino…
No siempre nos transporta a lugares placenteros. Si así lo hiciera, dada nuestra suficiencia nos olvidaríamos de que él es nuestro ayudador. El anhela manifestarse ante nosotros, y revelar las abundantes provisiones que están a nuestra disposición; y permite que las pruebas y los chascos nos agobien para que podamos comprender cuán poca cosa somos, y aprendamos a acudir a él en busca de socorro. El puede conseguir que fluyan arroyos refrescantes de la dura roca.
Hasta que estemos cara a cara frente a Dios, y veamos y conozcamos como somos vistos y conocidos, no sabremos cuántas cargas él llevó por nosotros, cuántas más habría estado dispuesto a soportar si se las hubiéramos llevado con la fe de un niño… El amor de Dios se revela en todo su trato con su pueblo; y en medio de la adversidad, los desengaños, la enfermedad y las pruebas, con visión nítida y despejada debemos contemplar la luz de su gloria en el rostro de Cristo, y confiar en su mano guiadora. Pero con demasiada frecuencia contristamos su corazón con nuestra
incredulidad…
Dios ama a sus hijos, y anhela verlos vencer el desaliento, arma que Satanás usa para adueñarse de ellos. No demos lugar a la incredulidad. No magnifiquemos nuestras dificultades. Recordemos el temor y el poder que Dios reveló en lo pasado. (ST, 12-12- 1906) (13)

Devocional Vespertino
“Mi Vida Hoy”
Enero – Una vida consagrada
Por: Elena G. de White
#MiVidaHoy #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaVespertina #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

EL SEGUNDO DÍA

Tu Oración: Gracias, Dios, por crear el bello cielo azul en el segundo día de la creación.

Versículo para hoy: “Y dijo Dios: ‘¡Que exista el firmamento en medio de las aguas, y que las separe!’” Génesis 1:6.

Era el segundo día de la creación. Había luz, y nuestro poderoso Dios continuaba con su labor. Diciendo apenas una palabra, creó la atmósfera y el oxígeno, para que todo lo que iba a crear en los siguientes días pudiera respirar.
Ahora, solamente faltaba poner el agua en su lugar. Dios le dio la orden de que una parte del agua se acomodara en el cielo, y que otra parte del agua quedara debajo del cielo, sobre la tierra. Esto fue bueno, pero aún faltaba mucho para que el mundo luciera bello y perfecto.

Un poquito de ciencia
Sal al patio y mira al cielo. Abre tus brazos y da una vuelta, sin dejar de mirar hacia arriba. Presta mucha atención. Después, dibuja en tu libreta de observaciones lo que pudiste ver mientras tenías la vista fija en el cielo.

Devoción matutina para niños pequeños 2016
Pequeños científicos de Dios
Por: Cesia Alvarado Zemleduch

AMIGOS PARA MÍ

«Luego Dios dijo: “No está bien que el hombre esté solo. Voy a hacerle alguien que lo acompañe y lo ayude”». Génesis 2: 18, TLA

¿Tienes amiguitos que son muy especiales para ti? Sí, ¿verdad? Con ellos juegas, compartes tus cosas y te diviertes mucho.
Hace mucho tiempo Dios dijo: «No está bien que estés solo». Cuando Dios creó al primer hombre, Adán, él estaba solo y triste. Como Dios quería que Adán estuviera feliz, le creó una amiga, una compañera muy especial. Dios creó a Eva, la primera mujer en la tierra, para que acompañara a Adán. Y juntos Adán y Eva fueron muy felices.
Dios quiere que tú también seas feliz. Por eso pone personas a tu alrededor que te alegran, como tu mami, tu papi y tus amiguitos.
Por eso hoy al jugar con ellos recuerda que son un regalo especial de Jesús para ti. ¡Qué bueno es Jesús!
Ahora toma lápiz y papel y con la ayuda de mami o papi, dibuja a tus mejores amigos.
Oremos: Gracias, Jesús, por mis amigos. Gracias porque siempre quieres hacerme feliz.

Tomado de devoción matutina para niños pequeños 2016.
Pasito a pasito, Crezco y aprendo
¡Vive y crece sanamente!
Por: Kathy Hernández de Polanco

EL PODER SANADOR

¡Anda […] Fíjate en la hormiga! ¡fíjate en lo que hace, y adquiere sabiduría! (Proverbios 6:6 NVI).

Suhasini gritó y se tambaleó cuando sintió un dolor agudo en los dedos de su pie, y un ardor y sensación de hormigueo que subía por su pierna. Arrastrándose en el polvo, cerca de sus pies, estaba el escorpión que acababa de pisar. Momentos antes, Suhasini y su madre se estaban preparando para subir a la parte trasera de un gran camión que las llevaría a una reunión cristiana; ahora ella se balanceaba, gritando en agonía.
Una multitud se reunió, pero no todos se mostraban compasivos.
-¿A qué clase de Dios sirves, que permite esto? -algunas de las mujeres hindúes se burlaban, mientras permanecían junto a la jovencita.
Otra de ellas dijo a la madre de Suhasini:
-Será mejor que la lleves a la clínica, antes de que muera.
Una mujer, que Suhasini sabía que era cristiana, se abrió paso hasta el centro de la multitud y dijo audazmente:
-No, vamos a orar a nuestro Dios. Él se ocupará de esto.
Se arrodilló junto a Suhasini y oró. Instantáneamente, el dolor se fue. Sorprendida, Suhasini dejó de gritar y miró hacia arriba.
-Ya estoy bien. Podemos seguir. El dolor se ha ido -dijo, riendo entre las lágrimas que aún bañaban sus mejillas.
No podía esperar para contar a los misioneros y a todos sus amigos cómo Dios la había curado.
Cuando Suhasini y su madre subieron a la parte trasera del camión, pudo ver que varias de las otras mujeres hindúes habían decidido ir con ellas.
-Tú sirves a un gran Dios -dijo una de ellas en voz baja.

SPLASH:
¡A brillar de nuevo!. Cuando los escorpiones se exponen a la luz ultravioleta o a la luz negra, brillan en la oscuridad. Esto es debido a una compleja mezcla de cera y azúcares que “impermeabilizan” su exoesqueleto.

¿Y AHORA?
¿Alguna vez te preguntas te por qué te suceden cosas malas? ¿Es posible que esas situaciones sean oportunidades para que Dios sea glorificado por el resultado final?

Tomado de: Matinal para Adolescentes 2016
“Intensamente, Ejercita tu Cerebro”
Compilado por Penny Estes Wheeler

EL PECADO NUNCA ES PEQUEÑO

Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 6:23.

Parecía algo tan pequeño comer un fruto. Y además, ¡el fruto era rico!
¿Por qué tendrían que morir Adán y Eva? Al principio pensaron que Dios justificaría su pecado. Pero, cuanto más pensaban en lo que habían hecho, más se daban cuenta de que el pecado nunca es pequeño. Descubramos por qué.
Todo el universo de Dios está sujeto a leyes. ¿Te imaginas qué terrible confusión se produciría si no fuera así? Plantarías unas semillas de sandía, esperando comer algo dulce y jugoso, y en lugar de sandía ¡crezca espinaca! “¡Puaj!”, dirías. “No es lo que tenía pensaba”. Afortunadamente, la ley de la cosecha dice que cuando plantas sandía, crecerá sandía.
El sol aparece cada mañana en el Este. Esta es una ley física que Dios estableció para nuestro sistema solar. Supon que no hubiera dictado ninguna ley para esto, y alguna mañana apareciera de repente por el Norte. ¡Sorpresa! Luego imagina que en lugar de ser colocado en el Este, girara lentamente formando un gran ocho y se perdiera de la vista al regresar al lugar de donde salió, únicamente para, de pronto, aparecer de nuevo a la medianoche. Las personas se volverían locas o se asustarían tanto que sus rodillas chocarían entre sí. ¡Simplemente, no nos gusta pensar en vivir en un planeta que se volvió loco!
Si no hubiera ley de gravedad en nuestro mundo, podrías comenzar saltando un tronco y terminar arando la tierra como una lombriz. O podrías comenzar brincando un tronco y, de pronto, encontrarte volando por sobre los árboles.
La Ley de Dios, que Adán y Eva quebrantaron, es la gran norma de amor que circunda todo el universo. Es como un reflejo de Dios mismo. Esa ley está dividida en dos partes: amor hacia Dios y amor hacia otros. Dios dice que la desobediencia a esa Ley nos coloca en el camino de la muerte. Esta muerte es tan cierta como lo sería aquella que ocurriría si, con un pequeño paso, te tiraras hacia un precipicio. Solo un pasito, y te caerías a ll millas [17,7 km] por hora en el primer segundo. ¡Hacia el final de los seis segundos, estarías descendiendo a más de 133 millas [214 km] por hora! La ley de la gravedad no cambiará simplemente para corregir ese único pequeño error cometido arriba en la cornisa, donde estabas seguro.
Jesús vino todo el camino hacia abajo desde el cielo solamente para llevarnos de regreso a donde Adán y Eva estaban antes de que cometieran ese, aparentemente, pequeño error.

Tomado de devoción matutina para menores 2016
¡GENIAL! Dios tiene un plan para ti
Por: Jan S. Doward

XRXS IMPORTANTX

Los mixmbros dxl cuxrpo qux parxcxn más dxbilxs, son los qux más sx nxcxsitan. XI apóstol Pablo

No, xl xditor no sx xquivocó, ni a mi computadora sx lx ha xstropxado una txcla. Prxscindo dx una Ixtra para dartx gráficamxntx una lxcción valiosa: cuando falta un xlxmxnto, nada xs igual.*
A veces tenemos la idea de que nada cambia por el hecho de que faltemos nosotras. Al fin y al cabo, somos poca cosa, apenas una simple letra del alfabeto que puede sustituirse o pasarse por alto sin que el resultado final quede profundamente afectado. La iglesia está funcionando perfectamente bien, al menos eso es lo que ves desde la banca, desde la expectación, a vista de pájaro, igual que sucede con el texto de arriba, que se puede identificar a pesar de que le falta un elemento. Sí, es cierto, el mensaje llega a pesar de los vacíos generados por tu falta de aportación, pero lo haría mucho más clara y eficazmente si Dios pudiera contar también contigo. Si todos tomaran esa misma actitud, sería como si a nuestro texto le faltara no solo una letra, sino tres, seis o diez…
¿Quién lo entendería entonces?
Obviamente Dios, dirigiendo la iglesia a través de su Espíritu Santo, puede hacer llegar la salvación a un mundo que agoniza utilizando únicamente las letras con las que cuenta, es decir, las personas que sí se dejan utilizar por él. Pero cuánto menos desdibujado y cuánto más contundente sería si contara con tu aportación. No te quedes al margen creyendo que no eres necesaria, o que eres un cero a la izquierda.
Nadie es un “don nadie”; todas somos importantes para Dios y podemos servirle de muchas maneras. Así como en el alfabeto no existen letras más importantes que otras, en este cuerpo que es la iglesia “hay diferentes dones, pero el que los concede es un mismo Espíritu. Hay diferentes maneras de servir, pero todas por encargo de un mismo Señor. Y hay diferentes manifestaciones de poder, pero es un mismo Dios, que, con su poder, lo hace todo en todos […]. Dios ha puesto cada miembro del cuerpo en el sitio que mejor le pareció […]. Pues bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno de ustedes es un miembro con su función particular” (1 Cor. 12:4-6; 18, 19; 21, 22; 27). Por eso, cuando tú no cumples tu función, todo el organismo se ve afectado. No dejes nunca de aportar aquello que solo tú puedes aportar
“Ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno de ustedes es un miembro con su función particular” (1 Cor. 12:27).
* Idea inspirada en Raúl Echeverri, Setmíios de vida 2 (Bogotá: San Pablo, 2007), p. 206.

Tomado de Lecturas Devocionales para Damas 2016
ANTE TODO, CRISTIANA
Por: Mónica Díaz

¿QUÉ HAY DEBAJO DE TU ROPA?

¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!” (Lucas 18:13).

Beth Whaanga es dueña de una exuberante belleza. Su melena es rubia como el sol; sus ojos azules compiten con la hermosura de una playa caribeña. A sus 33 años luce como una jovencita de veinte. Es poco menos que la mujer maravilla. El problema es que detrás de ese esplendor externo hay algo muy distinto: su cuerpo lleva sobre sí las marcas de su aguerrida lucha contra el cáncer.
A principios de 2014, Beth decidió mostrarle al mundo el lado oculto de su vida. En acuerdo con su esposo, subió dos fotografías a su cuenta de Facebook. En la primera luce imponente gracias al maquillaje y al regio vestido rojo que resalta su silueta; en la segunda salen a relucir las cicatrices de una mujer que ha logrado sobrevivir a una ardua batalla contra la terrible enfermedad. Al comparar las dos imágenes, el contraste no puede ser mayor; es como si fueran dos mujeres distintas. Lo que se ve por fuera, no es lo que hay por dentro.
¿Qué hay debajo de tu ropa? Aunque aparentes lucir frente al mundo como bueno y perfecto, la verdad es que por dentro somos como enfermos terminales que sufrimos los estragos provocados por el cáncer del pecado. Al describir nuestra condición, el profeta Isaías declaró: “De la punta del pie a la cabeza no hay nada sano en ustedes; todo es heridas, golpes, llagas abiertas; nadie se las ha curado ni vendado” (Isaías 1:6). Ese es el cuadro que detalla nuestra vida interior. Por eso nos conviene acudir a Dios, sin hipocresías, y admitir nuestra verdadera condición: somos pecadores.
Entonces, -te preguntarás- ¿qué hago ahora con esta enfermedad?
He aquí la solución: “Vengan, vamos a discutir este asunto. Aunque sus pecados sean como el rojo más vivo, yo los dejaré blancos como la nieve; aunque sean como tela teñida de púrpura, yo los dejaré blancos como la lana” (Isaías 1:18). No importa lo que haya debajo de tu ropa, Dios está listo para quitar todas esas cicatrices que el pecado te ha provocado. Si Satanás te acusa y te dice que eres un gran pecador, levántate, alza tu voz y dile: “Sí, soy un gran pecador, pero cuento con un gran Salvador”.

Tomado de: Lecturas devocionales para Jóvenes 2016
“VISITA MI MURO, 366 MENSAJES QUE INSPIRAN”
Por: J. Vladimir Polanco

EL FALLECIMIENTO DE DAG HAMMARSKJOLD Y LA ELECCIÓN

“Escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres o a los dioses de [la gente] en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová” Josué 24:15

Dag Hammarskjold fue Secretario General de Naciones Unidas desde 1953 hasta su trágico fallecimiento en 1961. Sueco y cristiano, fue autor de una serie de meditaciones y considerado por muchos el mejor diplomático del siglo XX.
En algún momento de la noche entre el 17 y el 18 de septiembre, durante una misión de paz de las Naciones Unidas en el Congo, el avión de Hammarskjold se estrelló en Zam bia, explotando e incendiándose. Las circunstancias que rodearon el accidente de aviación eran un misterio hasta que los investigadores descubrieron una nueva pista en los restos. En la cabina del avión siniestrado alguien se fijó en un mapa abierto con las aproximaciones a Ndolo, aeropuerto de Leopoldville (ahora Kinsasa), en el Congo. Sin embargo, el destino previsto aquella noche era la ciudad de Ndola, en Zambia. El piloto había echado mano por error del mapa indebido y, en la oscuridad de aquella noche, el avión se estrelló contra el suelo cuando el piloto creía que aún le quedaban trescientos metros más por descender. Todo porque había usado el mapa indebido.
Ndolo. Ndola. La única diferencia en esos nombres es una sola letra. Pero fue la diferencia entre la vida y la muerte.
En inglés, existe una diferencia de pocas letras entre “temer” y “un amigo”, “afraid” y “a friend”, respectivamente. En lo referente al mapa de Dios, también es lo que separa la vida de la muerte.
Entonces, ¿qué mapa seguiremos? El llamamiento del anciano dirigente Josué mantiene su relevancia hoy: “Escogeos hoy a quién sirváis”. Porque el nuevo año no es solo sobre el hecho de que Dios nos escoja; también es sobre el hecho de que nosotros lo escojamos a él.
Y no disponemos de un tiempo ilimitado. La reciente letanía de titulares de noticias internacionales es prueba suficiente de que el tiempo se acaba para este planeta y todos sus habitantes. Precisamente que Dios sea alguien digno de nuestra amistad, no alguien a quien temer, no significa que podamos dejar para mañana la decisión. “Escojan hoy al Dios a quien seguirán”. El camino es incierto. ¡Debemos contar con el mapa correcto; debemos escoger al Dios debido; debemos aterrizar en el destino acertado!
Entonces, ¿no quieres inclinarte ahora e invitar al Dios que ya te ha elegido para que también sea el Dios de tu elección, declarando: “Pero yo y mi casa serviremos a Jehová”?

Tomado de Lecturas devocionales para Adultos 2016 
EL SUEÑO DE DIOS PARA TI
Por: Dwight K. Nelson