"Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación, y la enseñanza. (1 Timoteo 4:13)
Una canción que cantaba mi hijo mayor cuando apenas comenzaba a leer decía: «En los libros hallarás el tesoro del saber, para ti siempre será, si aprendes a leer». El apóstol Pablo sabía bien la importancia de mantener la mente instruida y ocupada con un buen libro, especialmente si se trata de la Biblia. Como cristianas debemos mantener nuestra mente ocupada con cosas buenas. Los libros inspirados por Dios constituyen la mejor opción para emplear bien el tiempo.
Sin embargo, de nada nos vale tener amplios conocimientos teóricos si no somos capaces de ponerlos en práctica. Tener en las manos un buen libro es importantísimo porque puede influir en nuestra conducta, pero tenerlo y no dejar que su sabiduría produzca cambios en nuestra vida es perder el tiempo, y por qué no decirlo, la vida.
La Biblia es el libro por excelencia. A través de ella conocemos la historia, disfrutamos de las hermosas canciones que danzan al ritmo del amor, la misericordia y el perdón. En ella el arqueólogo encuentra una inagotable fuente de descubrimientos, el geógrafo descubre el misterio de un mundo dividido en continentes y cubierto por océanos, hermosas playas y diversos tipos de terrenos. ¿Qué decir con respecto al pecador? El pecador halla en ella la fuente del perdón. ¿Y el desconsolado? Encuentra al Dios que enjuga toda lágrima, así como la persona que está de luto hallará la resurrección y la vida y el perdido encontrará el camino.
Y para ti, ¿qué significa el libro de Dios? ¿Dedicas tiempo a meditar en lo que el Señor ha dejado escrito para que disfrutes de una vida plena? La Biblia es maravillosa para aquellos que hacen de ella su comida principal. Los que solo la tienen como un amuleto o como un libro más de su biblioteca, pierden las bendiciones infinitas que derivan de la comunión directa con su autor.
Estudia la Biblia, recréate en la salvación que te ha sido dada como regalo. No dejes pasar un solo día sin leer la fuente inagotable de la vida.
Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera
Una canción que cantaba mi hijo mayor cuando apenas comenzaba a leer decía: «En los libros hallarás el tesoro del saber, para ti siempre será, si aprendes a leer». El apóstol Pablo sabía bien la importancia de mantener la mente instruida y ocupada con un buen libro, especialmente si se trata de la Biblia. Como cristianas debemos mantener nuestra mente ocupada con cosas buenas. Los libros inspirados por Dios constituyen la mejor opción para emplear bien el tiempo.
Sin embargo, de nada nos vale tener amplios conocimientos teóricos si no somos capaces de ponerlos en práctica. Tener en las manos un buen libro es importantísimo porque puede influir en nuestra conducta, pero tenerlo y no dejar que su sabiduría produzca cambios en nuestra vida es perder el tiempo, y por qué no decirlo, la vida.
La Biblia es el libro por excelencia. A través de ella conocemos la historia, disfrutamos de las hermosas canciones que danzan al ritmo del amor, la misericordia y el perdón. En ella el arqueólogo encuentra una inagotable fuente de descubrimientos, el geógrafo descubre el misterio de un mundo dividido en continentes y cubierto por océanos, hermosas playas y diversos tipos de terrenos. ¿Qué decir con respecto al pecador? El pecador halla en ella la fuente del perdón. ¿Y el desconsolado? Encuentra al Dios que enjuga toda lágrima, así como la persona que está de luto hallará la resurrección y la vida y el perdido encontrará el camino.
Y para ti, ¿qué significa el libro de Dios? ¿Dedicas tiempo a meditar en lo que el Señor ha dejado escrito para que disfrutes de una vida plena? La Biblia es maravillosa para aquellos que hacen de ella su comida principal. Los que solo la tienen como un amuleto o como un libro más de su biblioteca, pierden las bendiciones infinitas que derivan de la comunión directa con su autor.
Estudia la Biblia, recréate en la salvación que te ha sido dada como regalo. No dejes pasar un solo día sin leer la fuente inagotable de la vida.
Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera