miércoles, 21 de diciembre de 2011

¡TIENES UN DIOS!

Y el sol se detuvo, y la luna se paró, hasta, que la gente se vengó de sus enemigos. (Josué 10:13).

Ya es casi una costumbre que antes de dormir mi hijo me pida que le cuente una de sus historias favoritas. Hay varias historias que le gustan, pero me pide una con mayor frecuencia. Cuando le anuncio que ya es hora de irse a dormir, me mira y, con su lenguaje infantil, me dice: «A hitóla de cabaos savajes». Y comienzo así: «Dos niñitas vivían en una casita en el campo. El campo es un lugar donde hay muchas florecillas, árboles grandes y chiquitos, y también muchos animalitos. La mamá de estas pequeñas les contaba en el culto matutino la historia de Daniel en el foso de los leones. Cuando los hombres malos empujaron a Daniel a un foso donde había muchos leones hambrientos, Daniel no lloró, ni se puso a gritar. ¿Qué hizo Daniel?». «Ceó sus ojitos, amigo Jesús cuiame», contesta mi hijo.
«Un día las dos niñas salieron a pasear y de pronto oyeron un sonido muy fuerte. Una nube de polvo envolvía a una manada de caballos salvajes que se aproximaba a ellas. Era imposible que pudieran llegar a casa antes de que los caballos las arrollaran, así que cerraron sus ojitos y ¿qué dijeron?». «Jesús, cuíanos». «Inmediatamente Jesús envió un angelito muy fuerte y muy bueno, ¿y qué les dijo a los caballos?». «Deténanse, no pueen seguí». «Y mientras los caballos salvajes lanzaban patadas al aire, las dos niñitas corrieron hasta su casa y se pusieron a salvo. Allí se arrodillaron y repitieron junto a su mamá el hermoso versículo que dice: "El ángel de Jehová acampa alrededor de los que lo temen y los defiende" (Sal. 34: 7)».
Este relato me recuerda cada noche que no importan los contratiempos que hayamos tenido durante el día; si Dios pudo cerrar la boca de los leones y detener el Sol, puede y quiere detener los caballos salvajes que amenacen tu vida.
Si tienes niños pequeños, no pierdas la oportunidad de llevar la paz a sus vidas y a la tuya por medio de estos relatos maravillosos. Duerme tranquila, vive confiada.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

TODOS LOS OJOS LO VERÁN

He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. Apocalipsis 1:7.

Unos religiosos que llegaba a dialogar con mi padre, ponían en duda su fe con respecto a la segunda venida visible de Cristo. "¿Cómo es posible —decían ellos— que se pueda ver a Jesús en todo el mundo al mismo tiempo? La rotación de la tierra, ¿no haría que se vea en solo la mitad del planeta, como ocurre con el sol?"
Mi padre solo se limitaba a citar: "He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá" y también: "Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo" (Hech. 1:11). Luego de citar esos versículos, mi padre les reafirmaba su fe en la Biblia al decir: "Yo no cuestiono lo que Dios nos reveló. Simplemente lo acepto".
Actualmente el hombre ha logrado realizar lo que parecía imposible a este par de religiosos. De tanto en tanto, a través del MSN me comunico con Alejandro, un amigo que es pastor en Estados Unidos. Es asombroso cómo, a pesar de que nos separan miles de kilómetros, ya que yo vivo en Argentina, podemos conversar, escuchándonos y mirándonos a través de nuestras cámaras web.
Pero más allá de la charla entre dos amigos, el mundo tiene la posibilidad de ver eventos importantes, no importa dónde se viva. El campeonato mundial de fútbol que se jugó en Corea y Japón en el año 2002 pudo verse en todo el planeta. Los partidos, que en Sudamérica tenían un horario inusual (entre las 2:00 y las 5:00 a.m.), se miraron hasta el final gracias a la televisión satelital, y Brasil pegó el grito de campeón que repercutió por toda la tierra.
Si el hombre logró, con su limitada inteligencia, que un espectáculo se viera en todo el mundo, ¿será imposible para Dios realizar lo mismo? Las Escrituras aseguran que "como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre" (Mat. 24:27; la cursiva ha sido añadida); además agrega que "entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria" (Lúe. 21:27; la cursiva ha sido añadida).
El Nuevo Testamento no deja dudas de que la venida de Jesús será visible y personal, y ¡qué alegría será vernos cara a cara con nuestro Rey!

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

ELLOS LA RECIBIERON

Porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. Juan 17:8.

La Biblia es el libro más leído en el mundo. El más amado, sin duda, pero también el que tiene más enemigos. La historia está manchada con la sangre de muchas personas que pagaron con su vida el hecho de poseer un ejemplar. ¿Por qué tanto odio hacia la Biblia? Hay una causa sobrenatural: existe un adversario, Satanás, que no soporta la existencia de un libro que muestra su derrota.
La causa de esta hostilidad es que la Biblia va en contra de lo que a la mayoría de las personas les gustaría oír. No elogia nuestra civilización; no presenta al hombre como un ser noble, que se encamina hacia un hermoso ideal humanista. Por el contrario, muestra su alejamiento de Dios y su degradación moral; reprueba sus pasiones y le aconseja volverse de sus malos caminos.
En la oración sacerdotal de San Juan 17, el Señor Jesús agradece al Padre porque las palabras que recibió de él las entregó al ser humano, y algunos las recibieron. ¿Qué significa recibir la Palabra7. Hay muchas maneras de encarar el estudio de la Biblia: algunos la estudian solo buscando alimentar el intelecto; y sin duda la Biblia tiene respuestas para satisfacer la curiosidad del ser humano. Pero, ella es más que simplemente un libro de texto.
Otros, leen la Biblia como si fuese un amuleto; piensan que existe algún poder sobrenatural en la lectura de un versículo diario. Tal vez, no se den cuenta, pero inconscientemente, la lectura de la Biblia para estas personas no es más que un ritual, como cualquier otro ritual. El poder es atribuido al hecho de leer la Biblia, y nada más.
Pero, en el versículo de hoy, el Señor Jesús habla de quienes recibieron la Palabra: estos son los que leen la Biblia con el propósito de encontrarse con Jesús, de oír su voz, de recibir sus consejos. Y no se quedan simplemente allí, sino que, después, en una actitud obediente, se disponen a llevar a la práctica los consejos divinos.
La Biblia es el manual de supervivencia: nos muestra el camino; nos advierte de las zancadillas que pueden aparecer adelante; nos infunde ánimo para continuar avanzando, cuando el camino es tortuoso, en fin...
No salgas, esta mañana, sin tomar la decisión de leer más la Biblia y de ajustar tu vida a sus enseñanzas. Y recuerda la oración de Jesús: "porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón