Lugar: Pennsylvania, EE.UU.
Palabra de Dios: Isaías 65:17
La ciudad de Wilkinsburg, Pennsylvania, pronto celebraría su centenario, así que nombró una comisión especial para que planificara el festejo. ¿Que podían hacer, para que este aniversario fuera una ocasión memorable?
Abramos la capsule del tiempo sugirió alguien.
A todos les gustó la idea, así que estuvieron de acuerdo en que ese fuera el evento especial del año: abrir la capsule del tiempo, un recipiente especial que la gente había escondido, en el pasado, para las generaciones futuras. Fijaron una fecha e hicieron planes. Los habitantes de la ciudad estaban entusiasmados.
Me pregunto que habrá adentró mencionó alguien.
Veremos cuánto han cambiado las cosas aquí comentó otro.
Pero, nadie podía responder la pregunta más importante: ¿Dónde estaba la capsule del tiempo? Aparentemente, la comisión de la capsule había guardado el secreto demasiado bien. Se habían negado a contar en qué lugar exacto estaba escondida la capsule, y a lo largo de los años todos los miembros de esa comisión habían muerto. A pesar de una minuciosa investigación, nadie pudo encontrar la capsule del tiempo. La celebración del centenario tuvo que seguir sin ella.
Yo me imagino una celebración, a lo largo de la eternidad, que tampoco le prestaré demasiada atención al pasado. Después de todo, nuestro sufrimiento, nuestros problemas, nuestros momentos de tristeza, parecerán muy lejanos. Quizás eso sea lo que Dios quiso enseñarnos cuando dijo: «Presten atención, que estoy por crear un cielo nuevo y una tierra nueva. No volverán a mencionarse las cosas pasadas, ni se traerán a la memoria». En lugar de ello, nos alegraremos por el hecho de estar viviendo con Dios en un cielo nuevo y una tierra nueva.
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson