«Caminarán como ciegos, porque pecaron contra mí. Su sangre será derramada como polvo, y su carne amontonada» (Sofonías 1:17).
¿Caminar como ciegos? Eso suena difícil, ¿verdad? Eso era lo que estaban haciendo las personas a las que se refiere el versículo de hoy. Lamentablemente, Sofonías estaba hablando del pueblo de Dios. Ellos no habían cometido un simple error ni dos, sino que le habían dicho a Dios: «Ya no te queremos, queremos adorar a otros dioses». ¡Qué triste debe de haberse puesto Dios! ¡Qué perdida estaba esta gente!
Ahora quiero que leas la última frase del versículo: «Su carne amontonada». ¿Sabes a qué se está refiriendo? No, no está hablando de la carne que pensaban comerse en el almuerzo, sino de sus propios intestinos. Los intestinos son un tubo muy largo que hay dentro de tu cuerpo que te ayuda a digerir la comida y los líquidos que metes a tu estómago. Dios te hizo un camino especial por el que viajan los alimentos que comes, y Dios también hizo un camino especial por el que tú debes viajar. Permanece en el camino de Dios y adóralo todos los días. Permite que él te guíe, y no te pierdas como un ciego en un camino polvoriento.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush