viernes, 5 de julio de 2013

LOS GENES DE DIOS

Lugar: República Checa
Palabra de Dios: Génesis 1:27

Cuando estaba en la universidad, tomé una materia de genética. Es el estudio de cómo se transmiten, de una generación a la siguiente, características físicas específicas. En otras palabras, cómo terminé “heredando” los pies de mi papá y las manos de mi mamá.
Gregorio Mendel, que vivía en Brünn, Austria (ahora Bmo, República Checa), quería saber cómo funcionaba eso. Se dio cuenta de que las características de las plantas progenitoras no se mezclaban simplemente; en lugar de eso, había algunos rasgos específicos que se seleccionaban y se transmitían por completo.
Por ejemplo, si una planta tenía flores violetas y la otra tenía flores blancas, la planta resultante tenía flores violetas o flores blancas, no una combinación de ambas (flores lilas). Esto tiene sentido, ¿no es cierto? En otras palabras, si tu mamá tiene ojos azules y tu papá ojos verdes, tú probablemente tendrás ojos azules o verdes, no ojos turquesa (verde azulado).
Mendel, conocido ahora como el padre de la genética, experimentó con plantas de arvejillas, y descubrió que tenían genes dominantes y genes recesivos. Él calculó, también, la probabilidad de que ciertos rasgos se transmitieran a los hijos.
¿De dónde obtuviste tus genes? Si vuelves atrás lo suficiente, puedes rastrear tus antecesores hasta Dios. “Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó”. ¿No es asombroso?
¡Dios nos creó a su imagen! Tenemos los genes que él creó.
Aunque ya no somos perfectos por causa del pecado, con la ayuda de Dios podemos esforzamos por exhibir las maravillosas características de Dios.

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

LA AUTENTICIDAD COMO UN SELLO DE GARANTÍA

Nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren. Así como participamos abundantemente en los sufrimientos de Cristo, así también por medio de él tenemos abundante consuelo. 2 Corintios 1:4-5

Hoy en día es común encontrar objetos falsos que se ofrecen como genuinos. La música y las películas se venden de manera “pirata”; asimismo el calzado y la ropa, las joyas y una interminable cantidad de objetos que tan solo son malas imitaciones de los originales. Únicamente al obtener un certificado de autenticidad podemos estar seguras de que un artículo costoso que hayamos adquirido sea verdadero.
En el ámbito espiritual también sucede algo parecido. Se ofrece un cristianismo falso a la vuelta de cada esquina, como la solución a los problemas de los seres humanos. En consecuencia, a muchos individuos les atrae comprar una verdad que no es legítima. Una verdad barata, de consumo masivo. Un cristianismo carente de compromisos, desprovisto de renuncias. Una verdad religiosa sin cambio de vida, sin sacrificios. Una espiritualidad que, parapetada detrás de la cruz, se acomoda a toda circunstancia humana.
Todo hombre y mujer que anhelan ser cristianos deberán buscar en la vida de Jesucristo el sello de autenticidad. Cuando caminamos con él y vivimos su vida y su muerte, entendemos que nuestra experiencia cristiana no debe estar basada en la comodidad y en la satisfacción de nuestros deseos personales.
¡El cristianismo verdadero produce cristianos verdaderos! Hombres y mujeres que están dispuestos a seguir el consejo del apóstol Pablo cuando dijo: “Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría” (Col. 3:5).
Amiga, Dios desea hacer de ti una cristiana genuina, en cuyo hogar se enarbole la bandera de la verdad a cualquier precio. El Señor anhela que seas de las mujeres dispuestas a sufrir por Cristo para llevar la salvación a tu hogar, a la iglesia y a la comunidad.
Que tu oración en este día incluya las palabras del apóstol Pablo: “Para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia” (Fil. 1:21).

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

PODEROSAS RETROSPECTIVAS

Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado (Juan 17:3).

En su libro Phantoms in the Brain [Fantasmas del cerebro], el doctor Vilayanur S. Ramachandran cuenta que Paul, asistente del gerente de un negocio, fue a consultarlo en busca de explicaciones a varios extraños fenómenos que le ocurrían. Desde los ocho años había experimentado convulsiones. El doctor Ramachandran descubriría más tarde que esas convulsiones estaban relacionadas con el sistema límbico, relacionado, entre otras cosas, con la experimentación y expresión de emociones. Durante esas convulsiones Paul había visto luces prodigiosas y había experimentado sensaciones espirituales muy poderosas.
Una de las cosas que más le intrigaba, sin embargo, era lo que él llamaba “flashbacks [retrospectivas] asombrosas”.
-¿Qué tipo de flashbacks? -preguntó el doctor Ramachandran.
-Bueno, el otro día, durante una convulsión, podía recordar cada pequeño detalle de un libro que leí hace muchos años. Renglón tras renglón, página tras página, palabra por palabra -contestó Paul.
¿Qué te parece? Yo ya he leído la Biblia por completo muchas veces y la serie El Gran Conflicto, de Elena de White, otro tanto, pero no puedo recordar palabra por palabra lo que dicen. Otros han tomado una ruta más difícil. Durante el verano del año 2011, Larry Lichtenwalter me comentó que memorizaba grandes porciones de la Biblia. Ya en ese momento sabía de memoria todo el libro de Apocalipsis y se encontraba memorizando la carta a los Hebreos. Me repitió de memoria con precisión algunos capítulos de Apocalipsis y también los capítulos 1 y 2 de Hebreos. Eso requiere de mucha dedicación y esfuerzo.
Largas horas de repetición y concentración para grabar cada palabra en la memoria. Si quieres saber más, consulta sobre Larry Lichtenwalter
Cuando leí el relato de los fenómenos intrigantes que le ocurrían a Paul, inmediatamente pensé en lo genial que sería que, de forma milagrosa. Dios me hiciera recordar todos los pasajes bíblicos que he leído. Después de pensarlo un poco, sin embargo, llegué a la conclusión de que no es una buena idea. ¿Por qué? Es que Dios no quiere que estudiemos la Biblia únicamente para obtener información. Quiere que meditemos en su Palabra. Que reflexionemos, en el contexto del estudio de la Biblia, qué decisiones son mejores para nuestra vida. Quiere que aprendamos a hablar con él y a escuchar su voz. Quiere ser nuestro Amigo. Desea enseñarnos a pensar y a vivir. Eso no se obtiene con información. Se obtiene mediante una relación. ¿Por qué no abres la Palabra esta mañana y empiezas a conversar con Dios

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez