No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor—le dijo el ángel (S. Lucas 1: 30).
Dios habló en el pasado de muchas maneras a su pueblo: mediante profetas, sueños, visiones nocturnas y también por medio de ángeles, a quienes se define como «espíritus dedicados al servicio divino, enviados para ayudar a los que han de heredar la salvación» (Heb. 1: 14). La palabra ángel significa mensajero, y en el caso particular del ángel Gabriel es hermosa la forma en que da o entrega sus mensajes a los seres humanos. Desde el profeta Daniel hasta Zacarías, María y los pastores de Belén, este ángel siempre se ha esmerado por ser un canal a través del cual fluya el amor de Dios hacia los hombres. Y eso se confirma en las tiernas palabras dirigidas al profeta Daniel: «He venido a decírtelo [el significado de la visión] porque tú eres muy apreciado» (Dan. 9: 23). Por otro lado, cuando se le encomienda la misión de anunciar el nacimiento de Jesús y todo lo relacionado con este maravilloso evento, sabe que los seres humanos, al verlo, se turbarán o sentirán temor. Por eso, sus salutaciones incluyen la frase: «No tengas miedo». Según la Biblia, lo único que puede eliminar el temor, el miedo, es el perfecto amor, el cual viene de Dios (1 Juan 4: 18). El temor no podía estropear el gozo que debían experimentar los receptores del mensaje del primer advenimiento del Mesías, sin embargo, Zacarías «se asustó, y el temor se apoderó de él» (Lúe. 1: 12); y los pastores de Belén «se llenaron de temor» (Lúe. 2:9). María también «se perturbó, y se preguntaba qué podría significar este saludo» (Lúe. 1: 29). Después de que el ángel le insistiera que no había nada que temer a cada uno de sus oyentes, los confirmó en el amor que Dios sentía por ellos al haberlos elegido como sus portavoces en la tierra, y también quiere que tú estés segura del amor divino hacia ti. El día de hoy medita en las palabras de Gabriel a estos personajes y pon tu nombre en cada caso. A Zacarías le dijo: «No tengas miedo, tu oración ha sido oída». A María le dijo: «No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor». Y a los pastores de Belén les dijo: «No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo» (Lúe. 2: 10).
Dios habló en el pasado de muchas maneras a su pueblo: mediante profetas, sueños, visiones nocturnas y también por medio de ángeles, a quienes se define como «espíritus dedicados al servicio divino, enviados para ayudar a los que han de heredar la salvación» (Heb. 1: 14). La palabra ángel significa mensajero, y en el caso particular del ángel Gabriel es hermosa la forma en que da o entrega sus mensajes a los seres humanos. Desde el profeta Daniel hasta Zacarías, María y los pastores de Belén, este ángel siempre se ha esmerado por ser un canal a través del cual fluya el amor de Dios hacia los hombres. Y eso se confirma en las tiernas palabras dirigidas al profeta Daniel: «He venido a decírtelo [el significado de la visión] porque tú eres muy apreciado» (Dan. 9: 23). Por otro lado, cuando se le encomienda la misión de anunciar el nacimiento de Jesús y todo lo relacionado con este maravilloso evento, sabe que los seres humanos, al verlo, se turbarán o sentirán temor. Por eso, sus salutaciones incluyen la frase: «No tengas miedo». Según la Biblia, lo único que puede eliminar el temor, el miedo, es el perfecto amor, el cual viene de Dios (1 Juan 4: 18). El temor no podía estropear el gozo que debían experimentar los receptores del mensaje del primer advenimiento del Mesías, sin embargo, Zacarías «se asustó, y el temor se apoderó de él» (Lúe. 1: 12); y los pastores de Belén «se llenaron de temor» (Lúe. 2:9). María también «se perturbó, y se preguntaba qué podría significar este saludo» (Lúe. 1: 29). Después de que el ángel le insistiera que no había nada que temer a cada uno de sus oyentes, los confirmó en el amor que Dios sentía por ellos al haberlos elegido como sus portavoces en la tierra, y también quiere que tú estés segura del amor divino hacia ti. El día de hoy medita en las palabras de Gabriel a estos personajes y pon tu nombre en cada caso. A Zacarías le dijo: «No tengas miedo, tu oración ha sido oída». A María le dijo: «No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor». Y a los pastores de Belén les dijo: «No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo» (Lúe. 2: 10).
Claudia Gabriela Hernández Solazar
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor