«Israel es como una vid llena de uvas; pero cuanto más abundante era su fruto, más altares se construía; cuanto más hermosa era su tierra, más hermosas eran sus piedras sagradas» (Oseas 10:1).
Qué agradable es caminar en medio de la naturaleza, ¿verdad? Hay tantas cosas maravillosas, algunas son lindas, otras no tanto. Pero a veces las apariencias pueden engañar. Algunas cosas que lucen hermosas realmente no lo son. Por ejemplo, ¿alguna vez has visto o tocado hiedra venenosa?
La hiedra venenosa se puede parecer a la vid llena de uvas del versículo de hoy, Produce unos pequeños frutos que se ven muy atractivos a la vista y sus hojas son realmente hermosas. ¡Pero no la toques! A la mayoría de la gente le produce una terrible erupción en la piel, picazón y pequeñas ampollas. Es algo horrible y doloroso. ¡Ni te le acerques!
El versículo de hoy dice que el pueblo de Israel era como una vid llena de uvas, así como se ve la hiedra venenosa con sus frutos. Es decir, por fuera todo aparentaba estar bien, pero en sus corazones las cosas no estaban tan bien. No estaban siendo fieles a Dios en lo más mínimo, al punto de que construían altares para otros dioses. Recuerda que Dios ve el corazón de las personas y sabe si le están siendo fieles. Pídele a Dios que limpie hoy tu corazón y que te haga tan hermoso por dentro como lo eres por fuera.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush