Dolor es para el padre un Hijo necio y gotera continua las contiendas de la mujer (Proverbios 19:13).
Cuando mi hijo mayor era bien pequeño, nos enviaron a atender una de las iglesias más al oriente de Cuba. Era una ciudad muy acogedora, sus ciudadanos amables, generosos y sinceros. Como familia nos sentimos felices de compartir nuestras vidas con ellos durante tres años, pero la vivienda en la que nos tocó vivir estaba francamente en muy mal estado. Esa región es muy húmeda, está rodeada de montañas y tiene una vegetación exuberante, de un verde único. Había temporadas muy lluviosas y fácilmente se pasaba casi un mes lloviendo sin descanso. Pude comprender allí el significado de las palabras de Salomón «gotera continua», A veces ya había escampado afuera, incluso el sol había salido de su escondite, pero dentro de nuestro hogar persistían las goteras. ¡Era algo realmente difícil de soportar!
Las mujeres somos muy propensas a convertirnos en goteras. Algunas solo a intervalos, otras incesantemente y durante tiempo indefinido. Personalmente no me gustaría ser conocida como una gotera continua, pero me he dado cuenta de que, de vez en cuando, goteo. El peso de la casa, el afán por mantenerla limpia y recogida, nos hace gotear quejas, lamentos y órdenes. Es cierto que llevamos el mayor peso en cuanto a las tareas del hogar, sobre todo cuando tenemos hijos, pero creo que deberíamos medir las consecuencias de nuestras goteras para que no se conviertan en insoportables.
Por otra parte, nuestra forma de hablar, de dirigirnos a nuestra familia, los posibles celos o insatisfacciones que sentimos con respecto a nuestra pareja, pueden convertirse también en una gotera difícil de soportar.
Hagamos un alto en nuestras vidas, dediquemos tiempo a corregir esas goteras y tengamos presente que: «La casa y las riquezas son herencia de. los padres, pero don de Jehová es la mujer prudente» (Prov. .19: 14).
¿Cómo quieres ser reconocida por los que. te rodean? Ante ti tienes las dos opciones: o como una gotera continua de quejas y mandatos, o como una mujer prudente y discreta. Decide hoy entregarte a Dios y él te dará la sabiduría necesaria.
Señor, ayúdanos a ser una bendición para todos los que me rodean.
Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera
Cuando mi hijo mayor era bien pequeño, nos enviaron a atender una de las iglesias más al oriente de Cuba. Era una ciudad muy acogedora, sus ciudadanos amables, generosos y sinceros. Como familia nos sentimos felices de compartir nuestras vidas con ellos durante tres años, pero la vivienda en la que nos tocó vivir estaba francamente en muy mal estado. Esa región es muy húmeda, está rodeada de montañas y tiene una vegetación exuberante, de un verde único. Había temporadas muy lluviosas y fácilmente se pasaba casi un mes lloviendo sin descanso. Pude comprender allí el significado de las palabras de Salomón «gotera continua», A veces ya había escampado afuera, incluso el sol había salido de su escondite, pero dentro de nuestro hogar persistían las goteras. ¡Era algo realmente difícil de soportar!
Las mujeres somos muy propensas a convertirnos en goteras. Algunas solo a intervalos, otras incesantemente y durante tiempo indefinido. Personalmente no me gustaría ser conocida como una gotera continua, pero me he dado cuenta de que, de vez en cuando, goteo. El peso de la casa, el afán por mantenerla limpia y recogida, nos hace gotear quejas, lamentos y órdenes. Es cierto que llevamos el mayor peso en cuanto a las tareas del hogar, sobre todo cuando tenemos hijos, pero creo que deberíamos medir las consecuencias de nuestras goteras para que no se conviertan en insoportables.
Por otra parte, nuestra forma de hablar, de dirigirnos a nuestra familia, los posibles celos o insatisfacciones que sentimos con respecto a nuestra pareja, pueden convertirse también en una gotera difícil de soportar.
Hagamos un alto en nuestras vidas, dediquemos tiempo a corregir esas goteras y tengamos presente que: «La casa y las riquezas son herencia de. los padres, pero don de Jehová es la mujer prudente» (Prov. .19: 14).
¿Cómo quieres ser reconocida por los que. te rodean? Ante ti tienes las dos opciones: o como una gotera continua de quejas y mandatos, o como una mujer prudente y discreta. Decide hoy entregarte a Dios y él te dará la sabiduría necesaria.
Señor, ayúdanos a ser una bendición para todos los que me rodean.
Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera