miércoles, 22 de mayo de 2013

CAJAS DE MUDANZA

Lugar: Tennessee, EE.UU. 
Palabra de Dios: Mateo 14:23 22

El proceso de empacar todo había comenzado, y pronto la casa estaba hecha un lío, con cajas desparramadas por todas partes y los muebles desordenados. A Esteban no le gustaba el caos que lo rodeaba, y quería desaparecer. Sus padres estaban ocupados guardando sus pertenencias en cajas, así que no se dieron cuenta de cómo él observaba las grandes cajas vacías que estaban en la sala.
"Me parece que quepo en esa caja", pensó. Con cuidado, se metió en la caja y se sentó. Estaba contento de estar lejos del ruido, de la gente, del desorden. Allí, dentro de la caja, se sentía un poquito mejor, como si estuviera muy lejos. "Espero que nadie me encuentre aquí", pensó. "Quiero estar solo".
¿Has tenido alguna vez un día muy ocupado? Jesús los tuvo. Él estaba rodeado de gente, miles de personas, que habían venido a escucharlo. Después de haberles enseñado todo el día, realizó el milagro de alimentarlos con tan solo cinco panes y dos peces. Ahora, necesitaba un poco de soledad. Dijo a sus discípulos que se encontraría con ellos más tarde; luego, despidió a la multitud.
La Biblia dice que "después de despedir a la gente, subió a la montaña para orar a solas. Al anochecer, estaba allí él solo". Hasta Jesús necesitaba tiempo para apartarse del ruido, de las multitudes, del caos. Él sabía que era importante pasar tiempo a solas con Dios.
El ruido, la gente, el caos, ¿rodean tu vida? Recuerda: hasta Jesús anhelaba un poco de soledad. Así que, haz de esto una prioridad. Apártate de las ocupaciones de la vida y encuentra un tiempo para estar a solas con Dios.

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

EL SILENCIO QUE CONSUELA

¡Si tan solo se callaran la boca! Eso, en ustedes, ¡ya sería sabiduría! [...] ¿Se atreverán a mentir en nombre de Dios? ¿Argumentarán en su favor con engaños? Job 13:5,7.

Las personas que alguna vez hemos tenido que estar cerca de alguien que sufre sabemos cuán difícil es encontrar las palabras adecuadas y pronunciarlas en el momento más indicado. Deseamos consolar, dar apoyo y compañía, pero no sabemos cómo, y nos sentimos mal si permanecemos calladas.
Sin embargo, gracias al testimonio de algunas personas que han pasado por situaciones difíciles, sabemos que el silencio suele traer mucho consuelo. Un toque cariñoso, un abrazo sincero, una mirada compasiva, un acercamiento sin palabras, suelen ser curativos, y preferibles a un discurso vacío o aprendido de memoria para la ocasión. Simplemente estar, dar amor, es lo que necesita de nuestra parte toda persona que sufre.
Hay muchas personas en nuestro entorno que necesitan eso, solamente eso, exactamente eso, y cuesta tan poco darlo... Los discursos, los consejos, los sermones, a veces están fuera de lugar cuando nos encontramos con alguien que sufre intensamente. La empatía es lo que marca la diferencia.
El conflicto entre el silencio y las palabras comienza cuando creemos que la persona que sufre espera oír algo por nuestra parte, cuando lo que en realidad necesita es sentir nuestra presencia y comprensión. Sentir el acercamiento, la empatía, el apoyo y la ayuda de las personas amigas frente a su aflicción. Sentir, a través de nuestra presencia, que Dios está presente y que, las circunstancias que atraviesa, no son indicativo de que el Señor las ha abandonado.
Dios quiere que nosotras, sus hijas, seamos portadoras de consuelo en medio de un mundo lleno de dolor y de angustia. El calor de una amiga es vital para toda mujer que tiene el corazón frío y quebrantado; el acercamiento de una madre a su hija rompe la brecha que puede haber entre ellas; el abrazo tierno de una hija a su madre le provee aceptación y seguridad; el contacto físico afectuoso de una esposa brinda a su esposo nuevas fuerzas y valor frente a la crisis.
Amiga, ¡no tengamos miedo de callar! El silencio respetuoso y solidario frente a alguien que sufre provee salud. La próxima vez que te encuentres frente a una persona que sufre, guarda tus palabras vacías y deja que sea tu presencia la que le dé consuelo.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

LA DECISIÓN DEL REY

Entonces pensó el dueño del viñedo: «¿Qué voy a hacer? Enviaré a mi hijo amado; seguro que a él sí lo respetarán» (Lucas 20:13).

Cierta noche, a principio de la década de los años ochenta, el rey Hussein bin Talal de Jordania fue informado que un grupo de alrededor de setenta y cinco oficiales del ejército se encontraba en ese mismo momento reunido planeando derrocar su gobierno. Entonces, los encargados de la seguridad real solicitaron permiso para rodear el barracón del ejército donde se realizaba la reunión y arrestar a los conspiradores. Después de un momento de silencio tenso el monarca rehusó dar el permiso y pidió, en cambio, que se le trajera un pequeño helicóptero. El rey subió solo con el piloto y le instruyó que lo llevara al barracón de la conspiración y aterrizara en el techo.
Cuando aterrizaron, el rey descendió solo y le ordenó al piloto: «Si escuchas disparos, sal de aquí en el helicóptero inmediatamente sin mí». Entonces el soberano bajó las escaleras del edificio y entró desarmado a la reunión sorprendiendo por completo a los conspiradores y les dijo con calma: «Caballeros, se me ha informado que ustedes se han reunido aquí esta noche para finalizar sus planes para derrocar el gobierno, tomar el control del país e instaurar una dictadura militar. Si ustedes hacen eso, el ejército se dividirá y el país se sumirá en una guerra civil. Decenas de miles de personas inocentes morirán. No hay necesidad de que eso ocurra. ¡Aquí estoy! Mátenme y prosigan con sus planes. De esta manera solo morirá una persona». Después de un momento de silencio, los atónitos conspiradores se adelantaron a una para besar la mano y los pies del monarca y prometerle lealtad por toda la vida. El rey se había hecho totalmente vulnerable actuando con nobleza y amor supremo hacia sus súbditos; y al hacerlo, había encendido en los rebeldes el sentido del honor.
Cuando este mundo se rebeló, Dios no envío a sus ángeles inmediatamente para destruirnos, sino que optó por el camino de la vulnerabilidad y el amor. Envió a su propio Hijo para que tomara la naturaleza humana y nos mostrara que el Padre nos ama y desea que vivamos en armonía con él. El plan le costó la vida al Hijo de Dios, pero nosotros, que hemos creído en él, lo hemos aceptado como nuestro Rey.
Si en algún momento te has rebelado contra Dios, él te ofrece perdón total y el poder de una nueva vida. Te animo a que hoy vivas con honor ante su presencia.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

LOS OJOS DEL SEÑOR ESTÁN SOBRE TI

Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos. Salmo 34:15.

Muchos abrigan la impresión de que la devoción a Dios va en detrimento de la salud. Aunque esta conclusión es radicalmente falsa, no carece de un fundamento aparente. Muchos profesos cristianos caminan bajo una nube. Parecería que piensan que es una virtud quejarse de la depresión de espíritu, de grandes pruebas y de severos conflictos.
Pero estas personas no representan correctamente la religión de la Biblia. En vez de ser un perjuicio para la salud y la felicidad, el temor del Señor se encuentra en la base de toda prosperidad real...
Ser conscientes de hacer el bien es la mejor medicina para los cuerpos y mentes enfermos. Quienes están en paz con Dios han asegurado el requisito más importante para la salud. La bendición del Señor es vida para el receptor. La seguridad de que los ojos del Señor están sobre nosotros, y que su oído está dispuesto a escuchar nuestra oración, es una fuente infalible de satisfacción. Saber que tenemos un Amigo que todo lo sabe, a quien podemos confiar todos los secretos del alma, es un privilegio que las palabras nunca podrían expresar.
El pesimismo y el desánimo causados supuestamente por la obediencia a la ley moral de Dios a menudo se los atribuye al descuido de sus leyes físicas. Aquellos cuyas facultades morales están ensombrecidas por la enfermedad no son los que deberían representar apropiadamente la vida cristiana, mostrar el gozo de la salvación o la belleza de la santidad. Demasiado a menudo se encuentran en el fuego del fanatismo o el agua de la indiferencia fría o el desánimo tenaz...
El deber de todo cristiano es seguir de cerca el ejemplo de Cristo: cultivar la paz y la esperanza y el gozo, que se manifestarán en una alegría no fingida y una serenidad habitual. Así pueden esparcir luz a todo su alrededor, en vez de proyectar la oscura sombra del desánimo y la tristeza.
Muchos constantemente ansían la emoción y la diversión. Se encuentran inquietos e insatisfechos cuando no están ocupados en risas, frivolidad y la búsqueda del placer. Estas personas pueden hacer profesión de fe, pero están engañando sus propias almas. No poseen el artículo genuino. Su vida no está oculta con Cristo en Dios. No encuentran gozo y paz en Jesús. — Signs of the Times, 15 de junio de 1882; parcialmente en Reflejemos a Jesús, p. 152.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White