«Porque el Señor me da fuerzas; da a mis piernas la ligereza del ciervo y me lleva a alturas donde estaré a salvo» (Habacuc 3:19).
¿No te parece que a veces estas caminatas son un poco duras? Nuestros pies se hinchan, nos duelen los músculos y cuesta un poco subir las montañas. Cómo me gustaría poder subirían fácilmente como lo hacen los ciervos mulo. Si estás en el momento y lugar adecuados en las montañas rocosas del oeste de Estados Unidos y Canadá, podrás ver unos ciervos muy grandes llamados ciervos mulo. Los ciervos mulo pueden trepar casi corriendo montañas que son muy difíciles de subir para los seres humanos. Ellos pueden hacerlo fácilmente porque Dios los creó con un tipo de pezuñas especiales que son flexibles pero resistentes al mismo tiempo.
Dios también puede hacer que tú seas flexible pero resistente a la vez. A veces nos ocurren cosas en la vida que son tan difíciles como subir una montaña, pero Dios puede fortalecernos y darnos «pies resistentes» como las pezuñas del ciervo mulo. Él te ayudará a esforzarte sin que te des por vencido y a subir las montañas más difíciles que se atraviesen en tu vida. Él te mantendrá fuerte en tu camino hacia el cielo.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush