sábado, 30 de abril de 2011

UN FUTURO SEGURO

Se vislumbra esperanza en tu futuro: tus hijos volverán a su patria, afirma el Señor (Jeremías 31:17).

Hace varios días que mi hijo pequeño está enfermo. Ha tenido una fiebre muy alta y me duele profundamente ver sus ojitos cansados, cuando generalmente son tan vivos. Creo que lo que más puede afectarnos como madres es la enfermedad de uno de nuestros hijos. Generalmente no podemos comprender como ese inocente cuerpecito puede padecer las consecuencias de un mundo lleno de pecado. Estas situaciones ponen a prueba nuestra fe. Oramos y aparentemente no recibimos respuestas milagrosas de parte de Dios. No podemos saber lo que pasara un segundo más tarde. Solo nos queda aferrarnos a la seguridad de que Jesús es nuestro amigo y que ama a nuestros hijos mucho más que nosotras mismas.
Si estás pasando por esta desafiante experiencia en la que solo la fe puede darte fuerzas para vivir y seguir adelante, te invito a que entones este himno.
«Nada se sobre el futuro, / desconozco lo que habrá, / Es probable que las nubes / mi luz vengan a opacar. / Nada temo del futuro / pues Jesús conmigo esta. / Ya no más tendré temores, / pues él sabe lo que habrá. / Muchas cosas no comprendo / del mañana con su afán, / más un dulce amigo tengo / que mi mano sostendrá. / Mi sendero es más brillante / cuando gozo de su amor. / Más ligeras son mis cargas / cuando voy a mi Señor. / Cuando llegue a las mansiones / que en la gloria preparo, / ya no más tendré temores, / pues conmigo él ha de estar.
No te desesperes si oras y vuelves a orar y no recibes lo que tanto anhelas. La seguridad de que Dios está a tu lado a pesar de todo puede ser la única arma eficaz contra el desánimo de parte de Satanás. Dios desea que creas en el en todo momento.
El universo entero contempla tu fe, una fe que no está sujeta a circunstancias, sino que se mueve y se agiganta por el amor que existe entre Dios y tú. No resulta fácil mostrar ese tipo de fe, pero si confiáis en tu Dios él te recompensara.
La fe es la seguridad de un presente confiable y de un futuro glorioso.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

LA TAREA DE LOS ÁNGELES

¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de La salvación? Hebreos 1:14.

¿Cuánto sabes de los ángeles? ¿Conoces su ministerio según lo describe la Biblia? Últimamente han salido a la venta varios libros que contienen relates de personas que cuentan como en momentos difíciles fueron socorridos por seres que desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos. Muchos de ellos sostienen haber conversado con estos seres y hasta transmiten sus "mensajes" a modo de testimonio. Algunos de estos libros proponen categorías de ángeles según sus características, y hasta proponen nombres para identificarlas.
Más allá de lo que estas personas pretendan haber vivido, es importante conocer a la luz de las Escrituras que son los ángeles y para que están. La Biblia es la única fuente segura de conocimiento, ya que los demonios también son ángeles y pueden disfrazarse de seres enviados por Dios.
En primer lugar, el hombre es "un poco menor que los ángeles" (Sal. 8:5). Los ángeles hacen guardia "alrededor de los que le temen [a Dios], y los defiende[n]" (Sal. 34:7), pero también pueden ejecutar los juicios divinos (2 Sam. 24:16). Fueron testigos de la creación del hombre y del mundo (Job 38:4-7), y participa-ron en el nacimiento del Señor Jesús y en su resurrección (Luc. 2:13,14; 24:4). El único nombre que cita las Escrituras de uno de ellos es Gabriel, que apareció a Daniel para que el profeta entendiera la visión (Dan. 8:16), a Zacarías para informarle del nacimiento de su hijo Juan (Luc. 1:19) y a María para anunciarle que sería la madre del Salvador del mundo (vers. 26).
Después de hacer una extraordinaria descripción de la divinidad de Jesús, el autor de Hebreos habla de la actividad angelical en el cielo y eleva la pregunta: "¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?" Así como toda la Deidad está interesada en tu salvación y tu crecimiento espiritual, también los ángeles, esos "espíritus ministradores" que nunca cayeron en pecado, desean ayudarte para que tu vida se asemeje a la vida de Jesús. Ellos velan por tu seguridad y están para socorrerte, pero lo que más anhelan es que vivas en armonía con Dios y su voluntad. Y cuando venga Jesús, ¡qué alegría sentiremos al conocer a nuestro compañero angelical! "¿Que sensación le producirá conversar con el ángel que fue su guardián desde el primer momento!" (La educación, p. 305).

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

DADIVOSIDAD

Cada uno de como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 2 Corintios 9:7.

El amor de Dios para con el ser humano se expresó en el bendito acto de entregar, donar y sacrificar. Lo dio todo; nada guardo para sí. Entrego su propia vida. Si tuviera que volver a hacerlo un millón de veces, no hubiese dudado en hacerlo. Amaba al ser humano, y nada impediría rescatarlo.
La dadivosidad divina es la expresión de su misericordia; es el lenguaje de su amor. Dios no escribió su amor por ti con letras doradas, en un papel perfumado; lo escribió con sangre, en la cruz.
Cada vez que el ser humano da, está reflejando el amor de Cristo, que habita en su corazón. No es un deber del cristiano. Es la expresión de la paz interior; la alegría de saberse feliz. Solo da quien ama; y solo ama el que fue alcanzado por el amor divino.
El llamado que Pablo hace, en el versículo de hoy, es el llamado a ingresar en el círculo del amor. El mundo perece por falta de amor. Los hogares necesitan palabras y expresiones de amor. Hay corazones, cerca de ti, que son tierra desértica que necesita de una palabra de amor como si fuese una gota de agua.
Cada uno de como propuso en su corazón, dice el apóstol. Es necesario proponerse: proponerse es determinar, tomar la decisión. Crear conciencia de la necesidad y hacerlo. ¿Por qué? Porque, aunque hayamos conocido el evangelio, el corazón continua siendo humano y egoísta.
Es precise buscar a Dios y pedirle que nos dé un corazón capaz de amar, y de pensar que los otros también sufren y enfrentan dificultades, y que no somos el centro del universo.
Hoy es un día de muchos desafíos para ti. Asume como uno de ellos la dulce misión de amar y de ser feliz. Por increíble que te parezca, cada vez que das eres bendecido con el maravilloso sentimiento de saber que aliviaste el dolor ajeno. ¡Y eso te hace feliz! Pensar en los demás hace un bien que no se puede comprar con dinero ni se puede recibir en la sala de un psicoanalista.
Enfrenta la lucha de este nuevo día recordando: "Cada uno de como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón