«"¿Qué ves, Amos?" "Una cesta de fruta madura", respondí. Y me dijo el Señor: "Ya Israel está maduro; no le voy a perdonar ni una vez más"» (Amos 8:2).
Caminemos hasta aquel manzano que está allá. Cortemos ahora un par de manzanas. Aún están un poco verdes, pero igual probémoslas. ¡Uy! ¡Qué amargas! Sin duda las manzanas saben mucho mejor cuando están maduras. Ahora, si dejas que pase mucho tiempo, se pondrán marrones y blandas. ¡Qué asco!
En el versículo de hoy Dios compara a su pueblo con una cesta llena de frutos maduros. Israel estaba maduro o listo para ser castigado a causa de su desobediencia. A Dios no le gusta castigar a nadie, pero a veces quiere que aprendamos lecciones importantes.
Pero estar maduros y listos también puede significar algo bueno. Cuando te dicen que eres una persona madura, quiere decir que piensas bien las cosas antes de hacerlas, que piensas en las consecuencias que traerán tus acciones, que piensas en cómo ayudar a los demás y en lo bueno que es tener una relación con Jesús.
Dios quiere que tú seas maduro y que estés listo para aprender lo que él quiere enseñarte. Pídele a Dios que te madure para el cielo y para que puedas «endulzar» las vidas de aquellos que te rodean.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush