Lugar: Jamaica
Palabra de Dios: proverbios 11:12.
- Hey, Martín. Aquí viene mi hermano -dijo Benja-. M-m-mi nom-nom-bre es se-se-ñor ttttartamudo.
Los dos chicos se echaron a reír.
-¿Q-q-qué es tan divertido? -preguntó el hermano de Benja, cuando estuvo más cerca.
-N-n-nada -respondió Benja, exagerando cada sílaba y tratando de no reírse-, ¿Q-q-q-qué e-e-es lo q-q-que q-q-q-quieres? -y con eso, Benja y su amigo Martín se largaron a reír nuevamente.
-Me-me-me llamo se-se-se-señor ta-ta-tar-tamudo -dijo Benja nuevamente, mientras su hermano le daba una mirada feroz y se alejaba, enojado.
A Benjamín le gustaba molestar a su hermano, y lo hacía todos los días. Le copiaba la forma de tartamudear y se reía de él todas las veces que podía. Pero, un día, algo sucedió. Mientras salía de la escuela, Benja le dijo a su mejor amigo:
-¡Ma-ma-martín, e-e-e-espérame!
Benja se detuvo, sorprendido al darse cuenta de que había tartamudeado sin querer. No le dio importancia. Pero, unos días más tarde, ocurrió nuevamente. Pronto le sucedía cada vez más seguido. Habiéndose burlado durante tanto tiempo del tartamudeo de su hermano, ahora Benjamín también tartamudeaba. De hecho, no se lo pudo sacar de encima. Aunque ahora tiene más de cuarenta años, todavía tartamudea, y a la gente a veces le cuesta entenderlo por esa razón.
Nunca es una buena idea burlarse de los demás por sus problemas. El libro de Proverbios dice: "El falto de juicio desprecia a su prójimo, pero el entendido refrena su lengua". La próxima vez que te sientas tentado a reírte de alguien, piensa en este proverbio y recuerda que Jesús quiere que ames a los demás y que seas bondadoso con ellos.
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson