Lugar: Islas del Pacífico
Palabra de Dios: Colosenses 3:2.
El general y sus hombres bajaron del barco llevando puñados de collares, brazaletes y anillos que habían traído consigo. Las joyas se veían resplandecientes bajo el reflejo de la luz del sol. Su brillo inmediatamente llamó la atención de los isleños. Hablaron entre ellos, mientras hacían exclamaciones de admiración ante las gemas.
Con la ayuda de un intérprete, el general les dijo:
-Nos gustaría hacer negocios con ustedes. A cambio de trabajo, les daremos esto. ¿Les interesa?
Los isleños asintieron con movimientos de cabeza. Después de un poco de discusión, ellos y los visitantes llegaron a un acuerdo: los isleños realizarían una cantidad de tareas, a cambio de las joyas.
¿Quiénes salieron más beneficiados? En realidad, los collares, los brazaletes y los anillos no eran de piedras preciosas. Más bien, eran baratijas, meras imitaciones de las verdaderas. Pero, los isleños no conocían la diferencia, y trabajaron de buena gana a fin de obtener esas baratijas.
Aunque podemos pensar que los isleños fueron un poco tontos, tú y yo hacemos lo mismo hoy: cambiamos nuestro tiempo y energía por baratijas. Este mundo nos pone delante de los ojos mucho brillo y glamour. Dinero, popularidad y placeres, todos prometen traernos felicidad.
Pero ¿estás dispuesto a cambiar las riquezas eternas del cielo por simples imitaciones de lo verdadero? ¿Hay imitaciones baratas en tu vida? "Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra".
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson
Palabra de Dios: Colosenses 3:2.
El general y sus hombres bajaron del barco llevando puñados de collares, brazaletes y anillos que habían traído consigo. Las joyas se veían resplandecientes bajo el reflejo de la luz del sol. Su brillo inmediatamente llamó la atención de los isleños. Hablaron entre ellos, mientras hacían exclamaciones de admiración ante las gemas.
Con la ayuda de un intérprete, el general les dijo:
-Nos gustaría hacer negocios con ustedes. A cambio de trabajo, les daremos esto. ¿Les interesa?
Los isleños asintieron con movimientos de cabeza. Después de un poco de discusión, ellos y los visitantes llegaron a un acuerdo: los isleños realizarían una cantidad de tareas, a cambio de las joyas.
¿Quiénes salieron más beneficiados? En realidad, los collares, los brazaletes y los anillos no eran de piedras preciosas. Más bien, eran baratijas, meras imitaciones de las verdaderas. Pero, los isleños no conocían la diferencia, y trabajaron de buena gana a fin de obtener esas baratijas.
Aunque podemos pensar que los isleños fueron un poco tontos, tú y yo hacemos lo mismo hoy: cambiamos nuestro tiempo y energía por baratijas. Este mundo nos pone delante de los ojos mucho brillo y glamour. Dinero, popularidad y placeres, todos prometen traernos felicidad.
Pero ¿estás dispuesto a cambiar las riquezas eternas del cielo por simples imitaciones de lo verdadero? ¿Hay imitaciones baratas en tu vida? "Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra".
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson