«El Señor hizo que soplara del mar un viento que trajo bandadas de codornices, las cuales cayeron en el campamento y sus alrededores, cubriendo una distancia de hasta un día de camino alrededor del campamento, y formando un tendido de casi un metro de altura» (Números 11:31).
¡Qué cantidad de codornices! Están por todas partes. Para ser exactos, hay un metro de codornices acumuladas en el suelo. Pero hablaremos de eso en un momento. Las codornices son unas aves muy comunes en el mundo. Hoy quiero hablar de una clase de codorniz que en Estados Unidos se conoce como Codorniz «Bob White». Se trata de una hermosa ave con un plumaje multicolor Su curioso nombre se debe a que esta ave se la pasa todo el día diciendo: «Bob White, Bob White». No es un chiste, yo las he escuchado y exactamente así es como se oye.
Así como estas codornices han sido etiquetadas por lo que sale de sus bocas, nosotros también somos juzgados por lo que decimos. ¿Decimos cosas amables y cariñosas o palabras feas y llenas de rencor? ¿Son nuestras palabras sinceras o engañosas?
Los israelitas eran conocidos como llorones porque lo único que hacían era quejarse. Ellos estaban cansados del maná y ahora querían comer carne, así que Dios se la dio. Un metro de altura de carne en el piso. Ten cuidado con lo que sale de tu boca. Podrías sorprenderte con el resultado.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush