Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús (Filipenses 3: 13, 14).
Dicen por ahí que las mujeres no sabemos olvidar. Eso nos hace mucho daño y nos impide disfrutar la vida que Dios nos da. Hoy quiero invitarte a olvidar. Te doy unos consejos para que olvides todo lo malo. ¿Qué debes olvidar?
Para llenar nuestra mente de nuevas experiencias y recuerdos necesitamos borrar algunas de las que tenemos. Que Dios nos ayude a lograr este propósito. Dios te guarde y te bendiga en todas tus actividades durante este día.
Dicen por ahí que las mujeres no sabemos olvidar. Eso nos hace mucho daño y nos impide disfrutar la vida que Dios nos da. Hoy quiero invitarte a olvidar. Te doy unos consejos para que olvides todo lo malo. ¿Qué debes olvidar?
- Olvida tus fracasos. El apóstol Pablo se horrorizaba al recordar sus terribles actos contra la iglesia primitiva: él encarceló e hizo sufrir a muchos cristianos. María Magdalena se avergonzaba por la reputación que tenía delante de su familia, amigos y vecinos. El apóstol Pedro se arrepintió y buscó perdón por haber negado a Jesús. Y tú, amiga, quizás ahora mismo te encuentres atormentada por algún recuerdo que te quita el sueño. El recuerdo de un fracaso es como el ácido: destruye tu autoestima, mata las esperanzas y la felicidad. Pero el Señor ya te perdonó. ¡Olvídalo!
- Olvida las ofensas. Todas somos sensibles a la crítica, el maltrato y el abuso. ¿Todavía tienes abiertas las heridas? Lo único que podemos hacer para superarlo es entregar estas cargas a Jesús para que nos sane con su poder y luego olvidar para siempre.
- Olvida tus placeres pasados. La mujer de Lot miró hacia atrás a pesar de la advertencia divina. Cuando nos consagramos a Jesús tomamos la decisión de asirnos de su mano para resistir a la tentación y al pecado. Nunca te enorgullezcas de tus pecados del pasado. Ya no los platiques ni los menciones. Mejor olvídalos.
- Olvida tus triunfos (logros). Quien acaricia sus logros, conquistas y éxitos, piensa más en sí mismo de lo que debería y vive vanagloriándose de sus triunfos del ayer. Es mejor recordar el poder que Cristo tiene para hacer milagros en nuestra vida. Es mejor olvidar todo eso para mantenernos humildes y reconocer que debemos toda honra y gloria al Señor.
Para llenar nuestra mente de nuevas experiencias y recuerdos necesitamos borrar algunas de las que tenemos. Que Dios nos ayude a lograr este propósito. Dios te guarde y te bendiga en todas tus actividades durante este día.
Sofía Mora de De Lima
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su Amor.
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su Amor.