«Y él contestó: "Hermanos y padres, escúchenme: Nuestro glorioso Dios se mostró a nuestro antepasado Abraham cuando estaba en Mesopotamia, antes que se fuera a vivir a Harán"» (Hechos 7:2).
¿Recuerdas a Abraham? Él es el personaje bíblico a quien Dios le pidió que sacrificara a su hijo Isaac. Esa debe de haber sido una difícil decisión para él. Me alegra mucho saber que Dios no quería realmente que Abraham hiciera eso.
Dios le pidió a Abraham que hiciera muchas cosas difíciles. Nuestro versículo de hoy dice que Abraham vivió una vez en Mesopotamia, y que Dios le pidió que se fuera de allí. Eso no debe de haber sido nada fácil para él. Mesopotamia era una bella tierra situada entre dos ríos. Estos ríos se desbordaban y enriquecían el terreno para el cultivo. Dios le pidió a Abraham que abandonara ese hermoso lugar y que cruzara el desierto. Y Dios lo bendijo por su obediencia llevándolo a la Tierra Prometida, un lugar de abundancia que Dios le había prometido a su pueblo.
Dios también quiere bendecirte a ti. Yo no sé cómo, pero lo hará. Las cosas no siempre van a ser fáciles, tal vez tendrás que atravesar un desierto, pero de algo sí estoy seguro: si confías en Dios, él te llevará un día a la Tierra Prometida, un lugar conocido como el cielo.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush