Lugar: Sri Lanka
Palabra de Dios: Isaías 49:15
El tsunami de 2004 fue una gran catástrofe. Olas gigantescas chocaron contra la costa en una gran cantidad de países del sur de Asia, inundando el terreno, destruyendo propiedades y aniquilando miles de vidas.
Un pequeño bebé logró sobrevivir 10 horas a las olas gigantescas. Los rescatistas lo encontraron bajo una pila de basura. Lo llamaron Bebé 81, porque fue el paciente número 81 admitido en el hospital del pueblo Kalmunai.
Cuando el señor y la señora Jeyarajah se enteraron de que alguien había encontrado un bebé, corrieron hasta el hospital. ¿Sería su hijo? ¡Oh, ojalá estuviera vivo! Tan pronto como lo vieron, estuvieron seguros de que era su bebé.
-Ese es nuestro bebé -exclamaron, con una mezcla de risas y de lágrimas en sus rostros. ¡Su hijo había sobrevivido!
Pero, el señor y la señora Jeyarajah no fueron los únicos que reclamaron al niño como su hijo. Otras ocho parejas querían al Bebé 81. Así que, el matrimonio Jeyarajah no pudo llevarse al bebé a su casa. Las siguientes semanas fueron desgarradoras, mientras esperaban que el juez tomara una decisión. Finalmente, las pruebas de ADN mostraron que los Jeyarajah eran los verdaderos padres del niño.
La señora Jeyarajah tomó en brazos a su bebé, y le besó las manos, las mejillas y la frente. Por fin podían llevarlo a casa.
Dios nos dice: "¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho, y dejar de amar al hijo que ha dado a luz? Aun cuando ella lo olvidara, ¡yo no te olvidaré!" Las madres sienten un amor especial por sus hijos, ¿no es cierto? Pero, Dios asegura que él te ama más de lo que una madre ama a su hijo. Y, aunque una madre pudiera olvidarse de su hijo, él nunca, nunca, te olvidará.
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson