«¿Quién sirve como soldado pagándose sus propios gastos? ¿Quién cultiva un viñedo y no come de sus uvas? ¿Quién cuida las ovejas y no toma de la leche que ordeña? (1 Corintios 9:7).
Hoy estamos visitando de nuevo un establo. Aunque el olor aquí no es muy agradable, así es como huelen las vacas, ¿Alguna vez te has fijado en esa bolsa que cuelga de la barriga de las vacas que tiene como unos dedos en ella? Es la ubre y de ahí es de donde se saca la leche de la vaca. Los becerros (los bebés de la vaca) usan esos «dedos» de la misma manera en que los bebés humanos se toman su biberón. Están llenos de leche tibia y deliciosa.
En el versículo de hoy Pablo dice que quienes tienen ovejas o cabras se deben tomar su leche. Pablo en realidad estaba diciendo que el pastor de la iglesia debería tener lo suficiente para poder comer y vivir. Nuestros pastores trabajan duro para cuidar de nuestras iglesias. Nosotros somos el rebaño, y debemos también darles algo a cambio. Oremos por ellos, y demos nuestros diezmos y ofrendas para poder pagarles a los pastores por lo que hacen. Ayudemos a los pastores a difundir las buenas nuevas de Jesús.
Hoy hazle saber a tu pastor cuánto lo aprecias. Aparta un minuto de tu tiempo en este momento y escríbele una carta en la que le expreses cuan contento estás de que él sea el pastor
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush