domingo, 1 de mayo de 2011

¡CUIDADO!

Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás. (Génesis 3:19).

En muchos países del mundo se dedica el día de hoy a todas aquellas personas que se ganan el pan con el sudor de su rostro. Ante tanta opresión que ha existido a lo largo de los siglos, se ha buscado una vía para reclamar los derechos de los trabajadores a ser tratados como personas y no como maquinas. Lamentablemente para muchos trabajadores todavía existe demasiada injusticia en el ámbito laboral con respecto a salarios, horarios de trabajo y condiciones dc salud. La opresión del ser humano por el propio ser humano aún no se ha erradicado completamente y costara que se logre.
La sentencia pronunciada sobre Adán llega hasta nuestros días como el tictac de un reloj que, implacable, marca cada Jornada laboral de cansancio y explotación. Sin embargo, no era el plan original de Dios que el ser humano encontrara desdicha en su trabajo, sino más bien que sintiera el gozo de crear con sus manos algo bueno y útil para su propio bienestar y el de los suyos.
El trabajo nos ata de pies y manos, roba nuestro tiempo y resta paz y alegría a muchos hogares. Muchas mujeres nos hemos integrado al mercado laboral, y otras tenemos una lista interminable de tareas que realizar nada más levantarnos. La rutina nos convierte en máquinas de aportar soluciones y suplir necesidades. Llega la noche y nuestros cuerpos extenuados no encuentran el descanso necesario en las pocas horas de oscuridad.
Haz un alto en tu vida. El Señor te da las fuerzas necesarias para que busques el pan de cada día, pero lambien te ha dado un tiempo diario y semanal para que recuperes energías y encuentres su paz. No permitas que las cadenas del trabajo te aten. Busca tiempo para estar a solas con Dios, para estar con los tuyos y mostrarles lo mucho que te importan.
Sobre todo, toma tiempo para agradecer a Dios porque te ha hecho libre, y en esa libertad te da el gozo de ser su hija.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

¿RECREACIÓN O DIVERSIÓN?

¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos. Oseas 14:9.

“Diversión” fue una palabra que escuche muchas veces mientras fui capellán de escuelas. A veces hacia alusión a diferentes contextos y momentos, pero siempre se la empleaba cuando se extendía una invitación o para comentar lo bueno que estuvo un evento.
La palabra preferida por los adultos era "recreación". Y cuando les preguntaba a mis alumnos que entendían por esta palabra, casi siempre me daban la misma interpretación que a la palabra "diversión". Pero debo aclarar que hay una diferencia entre ambas.
Quienes buscan una "diversión" lo hacen "para experimentar placer, y con frecuencia se la lleva al exceso; absorbe las energías requeridas para el trabajo útil y resulta de ese modo un obstáculo para el verdadero éxito en la vida" (La educación, p. 207). Por definición, la diversión busca "experimentar placer", y el gran riesgo que se corre es que se la lleve "al exceso" y se malgasten así las energías requeridas para las labores diarias.
Actualmente la juventud tiene una gama de diversiones a su disposición que pueden producir placer. Están las famosas "discos" o salones de baile, las fiestas de cumpleaños, los viajes de graduandos, las fiestas de egresados de las escuelas, las relaciones sexuales de todo tipo, el consumo de bebidas alcohólicas y de drogas ilegales, el cine y la televisión, Internet en todas sus formas, las publicaciones inmorales, etc..
Por otro lado, "la recreación, cuando responde a su nombre, recreación, tiende a fortalecer y reparar. Apartándonos de nuestros cuidados y ocupaciones comunes, provee refrigerio para la mente y el cuerpo, y de ese modo nos permite volver con nuevo vigor al trabajo serio de la vida" (ibid ). Fíjate que no son muchas las actividades antes mencionadas que podrían clasificarse como recreativas, ya que lo que menos proveen es "refrigerio para la mente y el cuerpo", y justamente quitan las energías para "volver con nuevo vigor" a las tareas habituales. El ejercicio físico, una caminata al aire libre, nadar, la práctica de algún deporte, cultivar una huerta, aprender a desarrollar un oficio y otras actividades pueden proveer el nuevo vigor que solo brinda la recreación.
Dios es quien provee la recreación, y aunque para muchos "diversión" y "recreación" sea lo mismo, la pregunta y respuesta de Oseas nunca es más oportuna: "^Quien es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos". No te dejes atrapar por la diversión, elije el camino de Jehová y transita por él.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

FRUTOS

Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 2 Pedro 1:8.

El viento soplaba, aquella tarde, vestido de brisa mansa, refrescando el inicio caliente del verano de Massachusetts. Acostado en una hamaca, Paco veía la vida pasar. Y, aunque le gustaba la comodidad, se sentía "basura". Fue el quien uso la expresión, al describirme su vida antes de conocer a Jesús.
Nada existe peor que la improductividad. Te aniquila; te hace sentir nada. Hoja seca llevada por el viento; arena sin vida, en el desierto de una existencia vacía.
Paco había intentado muchas cosas. Nada le daba resultado. Últimamente, dejaba que la esposa trabajase sola, a fin de sustentar el deteriorado hogar, y los dos niños pequeños. A él le incomodaba esa situación, pero había perdido cualquier motivación para seguir luchando.
El evangelio llego a su vida cuando pensaba que todo estaba perdido y no existían ya más horizontes para él. Inesperadamente, sin quererlo ni buscarlo. Mal sabia el que Jesús lo estaba buscando hacía mucho tiempo.
Al conocer a Jesús y aceptarlo como su Salvador, empezó a sentir una fuerza interior desconocida. No provenía de él; llegaba desde lo alto, era divino. Y aquel hombre fracasado y cansado de vivir, se transformó en un gigante con ganas de vencer.
El versículo de hoy explica lo que sucedió con Paco. El apóstol Pedro había de frutos: "Si estas cosas están en vosotros no os dejaran estar ociosos ni sin fruto", dice.
¿Qué cosas son las que deberían estar en ti, para que tu vida sea fructífera? Si lees los versículos anteriores, veras que allí se menciona la fe, como la fuente de todas las virtudes cristianas.
La fe no es algo que tú fábricas. No lo logras cerrando los ojos y concentrándote en algo que deseas que ocurra. La fe es un regalo divino; la obtienes a medida que cultivas el compañerismo diario con Jesús.
En cierta ocasión, un hombre necesitado busco a Jesús con una súplica: "Señor, aumenta mi fe". Tu también puedes hacerlo, y el Señor te oirá.
No saigas hoy para enfrentar los desafíos que te esperan allá, afuera, sin tener la certidumbre de que Jesús no es solamente tu Dios, sino también tu mejor amigo y compañero en momentos tristes o felices. Y recuerda: "Si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejaran estar ociosos, ni sin fruto".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón