Lugar: Kenia
Palabra de Dios: Deuteronomio 1:30, 31
“El Señor su Dios marcha al frente y peleará por ustedes, como vieron que lo hizo en Egipto y en el desierto. Por todo el camino que han recorrido, hasta llegar a este lugar, ustedes han visto cómo el Señor su Dios los ha guiado, como lo hace un padre con su hijo”. Cuando los babuinos de la sábana africana tienen cría, las madres tienen el trabajo de cuidarlos. Los papas parecen perderse entre la multitud y, generalmente, no pasan mucho tiempo con la familia. A veces, pareciera como si no les importaran sus crías o cuales crías son las suyas. Pero, los científicos han descubierto que los babuinos papás son papás de corazón.
Por ejemplo, comienza una pelea entre dos babuinos jóvenes. Cuando las cosas comienzan a irse de las manos, un babuino macho mayor corre a detenerlos. El babuino macho no solo detiene la pelea, sino también se pone del lado de su cría. Aparentemente, sabe bien quienes son sus hijos, y está listo para meterse y protegerlos, si necesitan de ayuda.
¿Cómo reconoce el babuino a sus hijos? Los científicos no lo saben con seguridad. Quizá sea porque la madre anda por allí; o quizás el papá babuino conoce a sus hijos por su apariencia o por su olor. Lo importante es que los padres están allí, para ayudar a sus hijos. Saben lo que sus hijos necesitan y quieren proveer a sus necesidades. Hasta en el mundo de los babuinos los padres son muy especiales. Pero, nuestros padres humanos son más especiales todavía.
Dios nos dió padres para que nos cuiden y nos ayuden a crecer. Estoy contenta porque Dios haya creado a los papás, ¿Y tú? Di hoy a tu papa cuanto lo aprecias.
Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson