«Luego hizo que se acercaran los hijos de Aarón, y también les untó sangre en la parte inferior de su oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho; después roció con la sangre los costados del altar» (Levítico 8:24).
Al parecer hemos llegado en plena ceremonia. Moisés está untando gotas de sangre en el pulgar y en el dedo gordo del pie de Aarón. Parece ser algo muy especial. Pero, ¿para qué está haciendo eso? Los pulgares no son una parte muy especial del cuerpo. ¿O si?
Deja caer un lápiz y recógelo. ¿Has necesitado usar tu pulgar? Ahora trata de recoger el lápiz pero sin usar el pulgar Ahora quítate los zapatos y da diez pasos sin usar los dedos gordos de los pies. Balancéate solo con los cuatro dedos restantes de cada pie. ¿Es difícil mantener el equilibrio?
Podemos tomar objetos pequeños con las manos fácilmente gracias a nuestros pulgares, y podemos correr velozmente y con un equilibrio perfecto gracias a nuestros dedos gordos de los pies. Estas partes del cuerpo son realmente importantes.
Tal vez piensas que tú no eres muy importante porque eres aún pequeño, pero eso no es verdad. Tú eres una parte muy importante de tu familia y de tu iglesia. Y también eres muy importante para Dios. Así que si alguien te llama «pulgarcito» por tu tamaño, simplemente respóndele: «¡Muchas gracias!».
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush