jueves, 7 de febrero de 2013

SITI, EL ORANGUTÁN


Lugar: Estados Unidos
Palabra de Dios: Efesios 5:1,2.

Siti era un orangután hembra que alguien había rescatado de gente que lo había tenido ilegalmente como mascota. Ahora, vivía en un refugio para animales, donde estaba aprendiendo a sobrevivir por sí mismo en la selva.
Un día, Siti encontró un coco e intentaba abrirlo. Como no pudo hacerlo, lo tomó y se lo llevó a Jeff, uno de los empleados de la reserva animal. Le entregó el coco esperando que él se lo abriera. En lugar de hacerlo, Jeff le devolvió el coco a Siti, porque estaba tratando de enseñarle a hacer las cosas por sí misma.
El orangután lo intentó nuevamente, esta vez golpeando el coco con un palo. Pero después de un minuto se dio por vencido, y volvió hasta donde estaba Jeff y le dio el coco otra vez. Él le devolvió el coco.
Esta vez Siti hizo algo distinto. Era como si estuviera tratando de mostrarle a Jeff lo que quería que él hiciera. Tomó otro palo y comenzó a golpear el coco con él. ¿Era esto algo que hacían los orangutanes comúnmente? No, Siti estaba repitiendo lo que había visto que Jeff hacía con un machete, o cuchillo largo. Siti nunca había usado un machete para abrir un coco, pero había observado cómo el hombre trabajaba, y habiéndolo observado cuidadosamente, ahora podía imitarlo.
La Biblia dice: "Imiten a Dios, como hijos muy amados, y lleven una vida de amor". Imitar a Dios, ¡esa es una buena idea! Pero, antes de que podamos hacerlo, debemos observar cuidadosamente cómo obra él. Necesitamos leer la Biblia y así llegar a conocerlo. Solo entonces podremos imitar sus acciones, sus palabras, sus pensamientos. Pasa tiempo llegando a conocer a Dios, y aprende cómo puedes ser como él.

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

HAZ CORRER LA VOZ


Partiendo de ustedes el mensaje del Señor se ha proclamado, no solo en Macedonia y en Acaya, sino en todo lugar; a tal punto se ha divulgado su fe en Dios que ya no es necesario que nosotros digamos nada.  1 Tesalonicenses 1:8.

Hay algo que siempre me ha causado curiosidad y asombro. Cuando llega la primavera y una abeja descubre un jardín florido, al poco rato toda la colonia de abejas disfruta del banquete. ¿Cómo sucede esto? ¿Cómo se enteran de que hay un «dulce tesoro» que explorar? Bueno, sencillamente porque la abeja que hace el descubrimiento «pasa la voz» a las demás.
«Pasar la voz» es un decir humano, y para las abejas sería más apropiado decir «pasar el olor», pues cuando una abeja descubre un «manantial de néctar» segrega cierta sustancia olorosa que sus compañeras perciben e interpretan como: «¡Tesoro a la vista!». Eso las induce a seguir a la que trae la información y a pasar tal información a las demás. También anuncian a sus compañeras por medio de un baile bullicioso que un botín está cercano, el cual pueden detectar a doce kilómetros de distancia. Este baile singular está compuesto por ocho movimientos y vibraciones de alas y abdomen. ¡Maravillas de la naturaleza!
Este acto tan natural encierra varias lecciones para nosotras. En primer lugar, la urgencia con que las abejas llevan las buenas noticias a su colonia, que es su núcleo social, al que sirven y respetan. En segundo lugar, las estrategias que usan para transmitir el mensaje; cuentan con organización e implicación individual.
¿Te dice algo? También tú te desenvuelves en un núcleo social, el más importante: la familia. Luego la comunidad y todas las demás personas que te rodean. De igual modo tienes un mensaje que transmitir: existe un «manantial de alegría» que se prepara actualmente en el cielo para todos los que aman a Dios. Tenemos el deber de pasar la voz, y debemos hacerlo con un gran sentido de urgencia y con premura, pues el tiempo es corto.
Amiga, comienza hoy en tu casa. Abre tus brazos para que tus hijos, tu esposo, tus padres, tus nietos, encuentren en ellos y por medio de ellos los brazos del Señor Jesucristo, que con anhelo espera abrirlos para llevarnos en ellos al hogar eterno. Expele el grato aroma que las mujeres cristianas somos capaces de emanar cuando trasmitimos paz, gozo y amor a los que nos rodean.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

DIVISIÓN EN LA IGLESIA - 1


Al que cause divisiones, amonéstalo dos veces, y después evítalo (Tito 3:10).

Por desgracia, es frecuente que en la iglesia surjan disidentes. El apóstol Pablo dio instrucciones sobre el método que se debe seguir al tratar con ellos. Amonestarlos dos veces con amor, paciencia, y darles amplia información. Si insisten en su actitud, rehuirlos.
Los grupos disidentes han atacado a la Iglesia Adventista y a sus dirigentes casi desde sus inicios. Ya en 1853, el grupo denominado El Mensajero dirigió sus críticas sin fundamentos hacia Jaime White, acusándolo de deshonestas maniobras financieras. La revista disidente El mensajero de la verdad se distribuyó entre los lectores de la Revista Adventista y algunos aceptaron lo que decía como si fuera el evangelio. Al escribir sobre este grupo y su revista, J. N. Loughborough dijo algo que describe adecuadamente a muchos grupos disidentes y sus publicaciones desde 1850 hasta hoy: «La misión de este grupo y sus dirigentes parecía consistir en derribar y difamar en lugar de construir».
Las acusaciones más comunes hacia la iglesia y sus dirigentes son:

  1. La organización de la iglesia impide hacer la obra de Dios.
  2. El «alfolí» al que se debe llevar el diezmo no debería estar limitado a la tesorería de la iglesia.
  3. Ya no se debe considerar a la Asociación General como «la voz de Dios en la tierra».

Estos ataques constituyen los intentos de Satanás para desacreditar a la iglesia e impedirle cumplir la misión que Dios le encomendó.
En una carta (32) de 1892, Elena G. de White escribió: «Vivimos tiempos solemnes. Satanás y sus ángeles malignos trabajan con gran poder y el mundo está del lado de ellos para ayudarlos. Algunos profesos observadores del sábado, que pretenden creer verdades solemnes e importantes, unen sus fuerzas con una combinación de influencias y poderes tenebrosos para distraer y derribar lo que Dios quiere construir. La influencia de los tales se registra como la de los que retardan el avance de la reforma en el pueblo de Dios. Hay muchos espíritus inquietos que no se someten ni a la disciplina, ni al orden. Creen que sus libertades resultarán coartadas si ponen a un lado su propio juicio y se someten al criterio de los que tienen más experiencia. La obra de Dios no progresará a menos que exista la disposición a someterse al orden».
La oposición, los rumores, las rebeliones y la desconfianza abundan. A medida que nos acercamos al fin aumentarán mucho más. Cada uno tomará su decisión. Toma la tuya sabiamente. De eso dependerá tu experiencia espiritual.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

UNA IGLESIA VIVA

Cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo. 1 Tesalonicenses 1:9,10.

Una iglesia viva será una iglesia que trabaja. El cristianismo práctico desarrollará obreros fervientes para el avance de la causa de la verdad... Anhelamos ver el carácter cristiano manifestado en la iglesia. Anhelamos ver a sus miembros libres de un espíritu liviano e irreverente; y fervientemente deseamos que adviertan su elevada vocación en Cristo Jesús. Algunos que profesan a Cristo se están esforzando hasta lo sumo para vivir y actuar de tal manera que su fe religiosa se recomiende a sí misma ante las personas de valor moral, para que sean inducidas a aceptar la verdad. Pero hay muchos que ni siquiera sienten la responsabilidad de mantener sus propias almas en el amor de Dios, y quienes, en vez de bendecir a otros por su influencia, son una carga para los que desearían trabajar, velar y orar...
Quienes están buscando exaltar la verdad de Cristo con humildad de mente por su trayectoria ejemplar, son representados en la Palabra de Dios por el oro fino, mientras que el grupo cuyo pensamiento y concentración principal es exhibirse a sí mismos, como metal que resuena y címbalo que retiñe...
Animamos a los que tienen una conexión con Dios a orar fervientemente y con fe, y a no detenerse allí, sino a obrar a la vez que oran por la purificación de la iglesia. El tiempo presente exige hombres y mujeres que tengan una certidumbre moral de propósito, hombres y mujeres que no serán moldeados o vencidos por ninguna influencia no santificada...
Ningún hombre o mujer puede triunfar en el servicio de Dios sin poner toda el alma en la obra y sin contar todo como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo. Los que retienen alguna reserva, que se niegan a dar todo lo que tienen, no pueden ser discípulos de Cristo; y mucho menos sus colaboradores. La consagración debe ser completa...
Jesús ha ido a preparar mansiones para los que están velando y esperando su venida. Allí conocerán a los ángeles puros y a la multitud de los redimidos y se unirán a sus cantos de alabanza y triunfo. Allí el amor del Salvador rodea a su pueblo, y la ciudad de Dios es alumbrada con la luz de su rostro; una ciudad cuyos muros, altos y magníficos, están adornados de toda clase de piedras preciosas, cuyas puertas son perlas, y cuyas calles son de oro puro, como vidrio transparente.— Review and Herald 3 de junio de 1880.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White