«Más bien amontonen riquezas en el cielo, donde la polilla no destruye ni las cosas se echan a perder ni los ladrones entran a robar» (Mateo 6:20).
Hoy estamos caminando de noche otra vez. Esta noche es muy especial porque es nuestra primera aventura en el Nuevo Testamento de la Biblia.
Hoy estamos buscando algo que aparte de hermoso es especial. Estamos buscando polillas. A muchas polillas les gusta volar alrededor de las luces. ¡Mira! Algunas son realmente grandes y hermosas. Pero a pesar de su belleza las polillas pueden ser muy destructivas.
Las polillas a veces ponen sus huevos en los abrigos de lana o en los suéteres guardados en los armarios de las casas. Cuando nacen los gusanitos aspirantes a polillas comienzan a abrir agujeros en la costosa ropa.
En nuestro versículo de hoy Jesús dice que no debemos darle mucha importancia a la ropa ni a las cosas materiales que tengamos. Él sabe que algo tan pequeñito como el gusanito de una polilla las puede destruir. Nosotros debemos poner nuestra confianza en Jesús y atesorar riquezas en el cielo. Nadie puede apartarnos de su amor ni destruir las mansiones que él está preparando para nosotros, pues son indestructibles.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush