Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. Proverbios 3:6.
¿Tienes identificados tus caminos? Cómo cada persona, construyes tu camino con tus decisiones. Cada camino en nuestra vida nos conduce a un viaje de desarrollo, crecimiento y servicio, hasta llegar a nuestro destino.
Está el camino mediante el cual buscamos consejo, discutimos con otros para enriquecer nuestras opiniones. Reconocer a Dios significa no querer ser «sabio en tu propia opinión» (vers. 7).
El camino del mal, ese al que somos llevados algunas veces por nuestros amigos, o al que nos aventuramos por decisión propia. Camino en el cual no podemos asegurarnos la compañía de Dios y por lo tanto no lo reconocemos. La orientación es: «Huye del mal» (vers. 7).
Luego está el camino por medio del cual utilizamos nuestros recursos. El trabajo es el ejercicio de la profesión, mediante él percibimos dinero y obtenemos bienes materiales. Es importante reconocer a Dios en este camino para honrarlo con nuestros bienes (vers. 9, RV95).
Algunas veces transitamos por caminos de dificultades, de vicisitudes, de problemas. Comenzamos a dudar de Dios, a buscar a quién echarle la culpa. Reconocer a Dios en este camino significa no dudar de su amor, porque su relación con nosotros es «como corrige un padre a su hijo querido» (vers. 12).
Está también el camino mediante el cual creces intelectualmente. El camino de la educación, ya sea que la adquieras en la escuela o que la obtengas por tu propia cuenta, házte cargo de tu desarrollo y actualización profesional. Reconocer a Dios en este camino significa que tu horizonte del saber se extiende más allá de la obtención de información, y busques la verdadera sabiduría. Esa sabiduría que el autor de los Proverbios, el rey Salomón, sabía muy bien que provenía de Dios, y que aquí califica como «árbol de vida».
Y finalmente está el camino del servicio a los demás. Reconocer a Dios en este camino significa no negarse a hacer el bien (vers. 27).
Reconocer a Dios en todos los caminos tiene una gran recompensa: «Al acostarte, no tendrás temor alguno» (vers. 24).
Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna
¿Tienes identificados tus caminos? Cómo cada persona, construyes tu camino con tus decisiones. Cada camino en nuestra vida nos conduce a un viaje de desarrollo, crecimiento y servicio, hasta llegar a nuestro destino.
Está el camino mediante el cual buscamos consejo, discutimos con otros para enriquecer nuestras opiniones. Reconocer a Dios significa no querer ser «sabio en tu propia opinión» (vers. 7).
El camino del mal, ese al que somos llevados algunas veces por nuestros amigos, o al que nos aventuramos por decisión propia. Camino en el cual no podemos asegurarnos la compañía de Dios y por lo tanto no lo reconocemos. La orientación es: «Huye del mal» (vers. 7).
Luego está el camino por medio del cual utilizamos nuestros recursos. El trabajo es el ejercicio de la profesión, mediante él percibimos dinero y obtenemos bienes materiales. Es importante reconocer a Dios en este camino para honrarlo con nuestros bienes (vers. 9, RV95).
Algunas veces transitamos por caminos de dificultades, de vicisitudes, de problemas. Comenzamos a dudar de Dios, a buscar a quién echarle la culpa. Reconocer a Dios en este camino significa no dudar de su amor, porque su relación con nosotros es «como corrige un padre a su hijo querido» (vers. 12).
Está también el camino mediante el cual creces intelectualmente. El camino de la educación, ya sea que la adquieras en la escuela o que la obtengas por tu propia cuenta, házte cargo de tu desarrollo y actualización profesional. Reconocer a Dios en este camino significa que tu horizonte del saber se extiende más allá de la obtención de información, y busques la verdadera sabiduría. Esa sabiduría que el autor de los Proverbios, el rey Salomón, sabía muy bien que provenía de Dios, y que aquí califica como «árbol de vida».
Y finalmente está el camino del servicio a los demás. Reconocer a Dios en este camino significa no negarse a hacer el bien (vers. 27).
Reconocer a Dios en todos los caminos tiene una gran recompensa: «Al acostarte, no tendrás temor alguno» (vers. 24).
«Cristo dice a cada uno de los que se ocupan en su obra: "Estoy a tu mano derecha para ayudarte"». MJ 99
Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna