«¡Cómo nos viene a la memoria el pescado que comíamos gratis en Egipto! Y también comíamos [...] ajos» (Números 11:5).
¿Alguna vez has comido pan con ajo? Es simplemente delicioso. Bueno, al menos a mí me lo parece. Yo creía que la única manera de comer pan con ajo era mezclando ajo en polvo con mantequilla y untándolo en el pan. Hasta que conocí a mi suegro, quien me enseñó cuál es el «verdadero» pan con ajo. Él toma pan crujiente europeo y lo fríe en aceite. Después, toma un pedazo de ajo fresco y lo frota en el pan. ¿Hablábamos de cosas fuertes?
Pero el ajo no solo se usa en el pan. Tengo un amigo que toma pastillas de ajo para permanecer sano. Los científicos han descubierto que el ajo puede prevenir el cáncer ¡Qué maravilloso es el ajo: sabe bien y puede ayudar a curar enfermedades! Dios es sin duda el mayor de los médicos, y los vegetales son sus medicinas.
Es importante que comas bien para permanecer saludable, pero no lo hagas solo para poder jugar y tener energía. Hazlo también para que puedas tener una mente sana que pueda pensar bien y escuchar mejor a Dios. Así que cómete tus vegetales y pídele a Dios que te muestre cómo vivir ¡Él te hablará si tú lo escuchas!
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush