Tan pronto como empezaste a orar, Dios contestó tu oración (Daniel 9:23).
Como madre de cinco hijos adultos que participan activamente en la iglesia, doy muchísimas gracias a Dios por concederme ese gran privilegio. Quisiera decirles a todas las madres jóvenes que enseñen a sus hijos a amar a Dios a través de la oración de gratitud. Mamitas jóvenes, es necesario educar a los niños en la oración y en el estudio de la Biblia: oración personal para saber conducirlos, pedir sabiduría para hacer lo mejor; orar con ellos desde el momento que nacen: por gratitud, por el alimento, por la luz del sol, por papá, por los hermanaos, por un paseo, por una flor, por una mascota, por la salud, por las estrellas, por la noche de descanso, por la lluvia, por el arco iris, por las frutas, por los amigos, por la iglesia, por el pastor. Para un niño pequeño una oración de cinco o seis palabras es suficiente, después se irán aumentando. A los niños les atraen las historias bíblicas. Apóyate de libros y materiales que faciliten su aprendizaje. Ayúdales a participar en el culto familiar, luego en la Escuela Sabática y en los clubes juveniles. Es una dicha ser abuela. ¡Cuan emocionante es ver a los nietos que crecen rápidamente! Y así como crecen en lo físico, social y mental, también deben crecer en lo espiritual. Las mujeres que ya pasamos por muchas experiencias como madres, entendemos a las más jóvenes en sus luchas familiares en el aspecto económico, en la limpieza de la casa, en educar a los niños, en convivir con el esposo, en preparar la comidas, etcétera. Al ver la inexperiencia de las madres jóvenes, quisiéramos aconsejarlas y darles algunas instrucciones. Pero estos deseos no siempre son bien interpretados por los yernos y las nueras. Y claro, muchas suegras tienden a invadir la privacidad de la vida familiar de sus hijos. Creo que las suegras tenemos una poderosa arma que podemos usar para beneficiar a nuestros hijos y nietos: la oración. Invitemos a los nuestros a orar y seamos ejemplos de vidas piadosas.
Como madre de cinco hijos adultos que participan activamente en la iglesia, doy muchísimas gracias a Dios por concederme ese gran privilegio. Quisiera decirles a todas las madres jóvenes que enseñen a sus hijos a amar a Dios a través de la oración de gratitud. Mamitas jóvenes, es necesario educar a los niños en la oración y en el estudio de la Biblia: oración personal para saber conducirlos, pedir sabiduría para hacer lo mejor; orar con ellos desde el momento que nacen: por gratitud, por el alimento, por la luz del sol, por papá, por los hermanaos, por un paseo, por una flor, por una mascota, por la salud, por las estrellas, por la noche de descanso, por la lluvia, por el arco iris, por las frutas, por los amigos, por la iglesia, por el pastor. Para un niño pequeño una oración de cinco o seis palabras es suficiente, después se irán aumentando. A los niños les atraen las historias bíblicas. Apóyate de libros y materiales que faciliten su aprendizaje. Ayúdales a participar en el culto familiar, luego en la Escuela Sabática y en los clubes juveniles. Es una dicha ser abuela. ¡Cuan emocionante es ver a los nietos que crecen rápidamente! Y así como crecen en lo físico, social y mental, también deben crecer en lo espiritual. Las mujeres que ya pasamos por muchas experiencias como madres, entendemos a las más jóvenes en sus luchas familiares en el aspecto económico, en la limpieza de la casa, en educar a los niños, en convivir con el esposo, en preparar la comidas, etcétera. Al ver la inexperiencia de las madres jóvenes, quisiéramos aconsejarlas y darles algunas instrucciones. Pero estos deseos no siempre son bien interpretados por los yernos y las nueras. Y claro, muchas suegras tienden a invadir la privacidad de la vida familiar de sus hijos. Creo que las suegras tenemos una poderosa arma que podemos usar para beneficiar a nuestros hijos y nietos: la oración. Invitemos a los nuestros a orar y seamos ejemplos de vidas piadosas.
Nidia Vidales de Santos
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor