martes, 4 de agosto de 2009

EDUCAR EN LA ORACIÓN

Tan pronto como empezaste a orar, Dios contestó tu oración (Daniel 9:23).
Como madre de cinco hijos adultos que participan activamente en la iglesia, doy muchísimas gracias a Dios por concederme ese gran privilegio. Quisiera decirles a todas las madres jóvenes que enseñen a sus hijos a amar a Dios a través de la oración de gratitud. Mamitas jóvenes, es necesario educar a los niños en la oración y en el estudio de la Biblia: oración personal para saber conducirlos, pedir sabiduría para hacer lo mejor; orar con ellos desde el momento que nacen: por gratitud, por el alimento, por la luz del sol, por papá, por los hermanaos, por un paseo, por una flor, por una mascota, por la salud, por las estrellas, por la noche de descanso, por la lluvia, por el arco iris, por las frutas, por los amigos, por la iglesia, por el pastor. Para un niño pequeño una oración de cinco o seis palabras es suficiente, después se irán aumentando. A los niños les atraen las historias bíblicas. Apóyate de libros y materiales que faciliten su aprendizaje. Ayúdales a participar en el culto familiar, luego en la Escuela Sabática y en los clubes juveniles. Es una dicha ser abuela. ¡Cuan emocionante es ver a los nietos que crecen rápidamente! Y así como crecen en lo físico, social y mental, también deben crecer en lo espiritual. Las mujeres que ya pasamos por muchas experiencias como madres, entendemos a las más jóvenes en sus luchas familiares en el aspecto económico, en la limpieza de la casa, en educar a los niños, en convivir con el esposo, en preparar la comidas, etcétera. Al ver la inexperiencia de las madres jóvenes, quisiéramos aconsejarlas y darles algunas instrucciones. Pero estos deseos no siempre son bien interpretados por los yernos y las nueras. Y claro, muchas suegras tienden a invadir la privacidad de la vida familiar de sus hijos. Creo que las suegras tenemos una poderosa arma que podemos usar para beneficiar a nuestros hijos y nietos: la oración. Invitemos a los nuestros a orar y seamos ejemplos de vidas piadosas.

Nidia Vidales de Santos
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor

NEGOCIO ARRIESGADO

Conserva siempre el buen juicio, hijo mío, y no pierdas de vista la discreción [...]. Podrás andar confiado por el camino y jamás tropezarás. Proverbios 3: 21, 23.

Ben Lemons volvía a casa con Jerry, su mejor amigo. Cuando Jerry quiso adelantar al automóvil que iba delante de ellos, el conductor del otro auto aceleró y pronto estuvieron conduciendo uno junto al otro por la carretera. La excitación sustituyó al sentido común y ambos conductores se desafiaron para ver quién sería el primero en tener miedo y frenar. Cuando llegaron a una colina, Jerry y Ben chocaron frontalmente con otro automóvil. Los jóvenes sobrevivieron al accidente, pero las heridas que sufrieron tardaron meses en sanar. Katie Brooks había ido de Misuri a Chicago con ochenta compañeros de escuela para visitar el Museo de la Ciencia y la Industria. Cuando ella y otros amigos bajaban a un piso inferior, Katie miró por el ojo de la escalera en espiral y pensó que sería mucho más divertido hacerlo deslizándose por la barandilla. Se subió al pasamanos y empezó a bajar. Pero algo salió mal. Katie resbaló y cayó al suelo, muriendo en el acto. Daniel Reiss, un estudiante universitario, buscaba un poco de diversión cuando él y siete amigos fueron a la playa el jueves pasado, a las 11:30 de la noche. Querían jugar con las olas. El viento soplaba con fuerza. Las olas alcanzaban alturas de dos a cinco metros. Los jóvenes anduvieron hasta el fin del muelle y luego corrieron alrededor del faro para ver si podían hacerlo sin que una ola los alcanzase. Pero sucedió algo. Una gran ola pilló desprevenido a Daniel y lo arrojó al agua. Todavía no han encontrado su cuerpo. Todos los jóvenes de estas historias sabían que lo que hacían estaba mal. Pero la emoción de correr un riesgo hizo que se olvidaran del sentido común. Correr riesgos innecesarios puede traer daños graves o la muerte. No pongas tu vida en juego por unos pocos momentos de excitación. Cuida la vida que Dios te dio.

Tomado de la Matutina el Viaje Increíble.

¿TIENES UN BUEN TESTIMONIO?

Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuera traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. Hebreos 11:5

Se suele afirmar que una imagen dice más que mil palabras. También sucede que nuestra conducta, nuestro comportamiento, pregona con más claridad lo que somos que nuestras palabras o nuestra profesión de fe. Lo advirtamos o no, cada cristiano tiene un testimonio. Somos testigos aunque no abramos nuestros labio y hablemos de nuestra fe. No cabe ninguna duda de que las personas dirán algo acerca de ti y de tu fe después de observarte. Como cristianos, nuestro testimonio es para bien o para mal. No puede ser de otra manera. Nuestro Señor dijo: «Este evangelio del reino será predicado por testimonio [...], y entonces vendrá el fin». ¿Tienes tú un buen testimonio? ¿Estás dando un testimonio efectivo? Mi hermano y yo, que somos pastores, nos encontrábamos en la cafetería de una librería tomando un refresco. De repente se nos acercó una joven que estaba en la mesa de al lado y nos dijo: —¿Verdad que ustedes son pastores? Estoy seguro de que también a ti te habrá ocurrido la misma experiencia con tu compañero de asiento en el autobús, o con la cajera de un negocio, o quizá con la peluquera que te corta el cabello. Cuando andas con Dios y Jesús se revela en ti, hay alguien que te preguntará: «¿Qué lo hace a usted tan diferente? ¿Por qué siempre se lo ve a usted gozoso? ¿Cómo puedo tener el mismo gozo y la misma felicidad que usted manifiesta siempre?» Tú podrías decirle: «Permíteme que te hable de un amigo que me impulsa a ser así. A lo mejor, has oído hablar de él. Se llama Jesucristo». Muchas veces no damos un buen testimonio porque no caminamos con Dios, porque no gozamos de un compañerismo íntimo con él, porque no vivimos en comunión con él. ¿Caminas con Dios? ¿Hablas con él? ¿Lo complaces? ¿Testifica* en su favor? Dios desea que vivas en armonía con él. Desea revelarte sus planes y los propósito» que tiene para ti. Desea que camines a su lado. Dale a Dios la oportunidad que anhela: Andar contigo para que puedas dar un buen testimonio acerca de él, de su verdad y de su amor.

Tomado de la Matutina Siempre Gozosos