«Esaú se lo juró, y así le cedió a Jacob sus derechos de hijo mayor». Génesis 25: 33
¿Cuál es tu comida favorita? ¿Qué estarías dispuesto a dar a cambio de un poco de tu postre preferido? Por ejemplo, si yo te ofreciera un rico pastel de manzana a cambio de que me regales a tu papito, o a tu her- manito menor, ¿lo cambiarías? Estoy segura que no.
Jacob estaba cocinando un rico guiso de lentejas cuando llegó su hermano Esaú, cansado y con mucha hambre. Esaú le pidió un poco de su comida, y Jacob le dijo que se lo daría a cambio de su derecho de hermano mayor. ¿Derecho de hermano mayor? ¿Qué es eso? Eso era lo que se llamaba primogenitura. Qué palabra tan rara, ¿verdad? La primogenitura era algo muy valioso, pues el hermano mayor recibía la herencia familiar y muchas bendiciones especiales de Dios. Esaú cambió su primogenitura por un plato de comida. ¡Qué pena! Él no se dio cuenta del valor que tenía la herencia familiar.
Es importante valorar lo que tienes: los abrazos de mami, la compañía de tus amiguitos y de tus hermanos, eso tiene más valor que un juguete o una comida sabrosa. ¿Lo cambiarías por algo tan tonto como un guiso? Espero que no.
Oremos: Jesús, ayúdame a valorar las cosas que tengo y a disfrutarlas.
Pasito a pasito, Crezco y aprendo
¡Vive y crece sanamente!
Por: Kathy Hernández de Polanco
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