«Porque si no dejas ir a mi pueblo, yo enviaré sobre ti, sobre tus siervos, sobre tu pueblo y sobre tus casas toda clase de moscas; las casas de los egipcios se llenarán de toda clase de moscas, y asimismo la tierra donde ellos estén» (Éxodo 8: 2 1, RV95).
¡Moscas! Otra repugnante plaga que estaba por todas partes en Egipto. El faraón estaba asqueado ¿Por qué las moscas nos dan tanto asco? ¿Son acaso tan feas? Bueno, yo no me atrevería a decir que son lindas, pero horribles tampoco son. Exploremos un poco el Egipto infestado de moscas para averiguar qué está ocurriendo.
¡Oh no! La gente se está enfermando. ¿Por qué? Porque las moscas se paran en la basura y transportan enfermedades a dondequiera que van. Por eso es que las moscas son consideradas tan peligrosas.
¿Sabías que algunas personas se parecen a las moscas? Buscan la basura y los errores de los demás, salen volando, aterrizan donde puedan y comienzan a esparcir los chismes a todos los que se atraviesan en su camino. ¡Qué asco! Lo mejor que podemos hacer es buscar las cosas buenas de cada persona, y no las malas. Una vez que hayamos identificado esas cosas buenas, contémoselas a los demás. Ya eso no sería chisme, sino buenas noticias.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush