Tu Oración: Gracias por el viento, querido Dios.
Versículo para hoy: “Haces de los vientos tus mensajeros, y de las llamas de fuego tus servidores”. Salmos 104:4.
El viento ayuda a dar vida a las plantas y los animales, o a regular la temperatura para que no haga mucho frío o calor. También ayuda a transportar el polen y las semillas de ciertas plantas para que puedan crecer nuevas. Otra cosa que el viento hace es permitir que las aves vuelen grandes distancias y no se cansen.
El viento nos beneficia mucho. Hay personas que trabajan con máquinas que usan la fuerza del viento para bombear agua y generar energía, y así tener agua que beber y luz eléctrica.
Cuando sientas el viento en tu rostro piensa en lo mucho que podemos obtener de él y lo maravilloso que es Dios al permitirnos descubrir los secretos que hay detrás del viento que no podemos ver.
Un poquito de ciencia
El viento ayuda a levantar objetos livianos. Si soplas un globo, una pluma de ave o una hoja de papel, los puedes arrojar lejos. Con el experimento de hoy, usarás el viento para acercar objetos. Vas a necesitar dos tubitos de cartón como los que traen los rollos de papel higiénico y una pajilla (popote).
Coloca los dos tubitos de cartón sobre una lugar bien liso y plano. Tienen que estar a la par, con unos tres centímetros de distancia entre ellos. Sopla entonces con la pajilla entre los dos tubitos, con un soplido firme y constante. ¡Los tubos se juntan!
Esto sucede porque como hay una corriente de aire entre los dos tubos, el aire que está alrededor es más fuerte y hace que los tubos se junten. Anota los resultados en tu libreta de observaciones.
Después aprenderemos más sobre este tema.
Devoción matutina para niños pequeños 2016
Pequeños científicos de Dios
Por: Cesia Alvarado Zemleduch